Nota de opinión

Lo que viene si Argentina adhiere al tratado de Pandemias de la OMS

Días pasados en el programa Con Alma y Vida hablamos con el Diputado Nacional de Entre Ríos de La Libertad Avanza, Bertrán Benedit, quien presentó un Proyecto de Declaración de Rechazo ante la probable suscripción a un Acuerdo Pandémico en el marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ante la modificación del REGLAMENTO SANITARIO INTERNACIONAL (RSI).

En sus dichos, Benedit expresó que « la aprobación de un acuerdo pandémico y/o modificación del RSI restringiría y reemplazaría la soberanía sanitaria de la República Argentina afectando no solamente la salud en un sentido amplio (física y psíquica) sino que, además, atentaría contra la libertad y propiedad de los ciudadanos de nuestro país». En virtud de lo antes dicho, es fundamental aclarar que el Estado argentino es quién a través de su gobierno federal, ejerce sus potestades y atribuciones conferidos por el imperio de la constitución nacional y las leyes.

En ese marco, es necesario que los políticos, los jueces, los representantes de la Salud de San Juan, los periodistas y la comunidad toda estemos nutridos de la información necesaria  acerca de los temas a tratarse en la 77° la Asamblea Mundial de la Salud a celebrarse en la ciudad de Ginebra, Suiza entre los días 27 de mayo al 01 de junio 2024.

Lo primero que es necesario aclarar es la diferencia entre un tratado y lo que es el RSI. El tratado que se propone firmar, es el escalón superior en cualquier jerarquía de la norma. O sea es algo parecido a un borrón y cuenta nueva, allanando el camino para los aplicadores seriales de los parámetros de la OMS que son los mismos responsables de los 131.000 argentinos muertos de la pandemia al seguir los famosos protocolos.

Pero adherir al nuevo Tratado, lesionaría gravemente la aplicación de justicia en cada uno de los países que agachen la cabeza. Por eso, atento Juez Federal e integrantes  del fuero provincial, con el el contenido de lo que propone la OMS. Por mucho que el Tratado empiece diciendo que «se aplicará con pleno respeto a la dignidad y derechos humanos«, también hay más de 10 remisiones en blanco (normas extrapenales de rango inferior) a que los Estados apliquen las obligaciones que se le imponen en el Reglamento Sanitario internacional (RSI), el cual es de obligado cumplimiento en todos sus términos. Un RSI en el que se eliminan las palabras Dignidad y derechos humanos. Un Reglamento Sanitario que puede imponer vacunas obligatorias o certificados digitales para poder circular libremente, o tratamientos médicos. Será ahí entonces cuando el juez no podrá defender el derecho al consentimiento informado, a la libertad de tratamiento y método del Médico, a la libertad expresión etc.. . Porque los «expertos» dirán que es por la salud, y cuando choquen dos derechos fundamentales, el Juez deberá escoger el derecho que prevalezca frente al otro. Que será siempre lo que diga el RSI, porque viene avalado por un tratado. Así es como con la vacunación consiguen que un medicamento sujeto a prescripción y sin cumplir las fases, no sea necesario el consentimiento informado y hablo de la vacuna Covid que ya se administró sin receta mediante. 
Así que en esta tesitura, debemos reconocer que con el RSI con menores poderes que el enmendado, ya se cometieron actos inconstitucionales en muchos estados del mundo. Cuando el Nuevo RSI entre en vigor y estén amparadas en un tratado, los actos en aplicación del RSI, dejarán de ser inconstitucionales y las leyes serán interpretadas de forma restrictiva para el ciudadano y con amplio margen para coartar libertades. La prueba piloto la tuvimos con la inventada pandemia, pero ahora avalada con papeles de adhesión voluntaria de los Estados que firmen. 

Y reafirmo ésto ya antedicho pero que significa un enorme problema, Los Jueces determinan con fundamento en los «técnicos en la materia». Así, sí los pretendidos «expertos», (en una enfermedad nueva, no veo por qué son expertos) para un juez, ellos justamente son los técnicos en la materia; y si, según éstos se resuelve imponer la vacunación porque se obliga en aplicación del RSI, la medida será coercitiva aunque gran parte de la ciudadanía estuviera en contra, incluidos los médicos. La justicia ciega, sorda, muda y coja, siempre se decanta hacia el lado de los técnicos que aún siendo 4 tomadores de decisiones, dicen ser consenso. Imaginen si ningún magistrado sanjuanino alzó su voz en la pandemia cerrando los ojos ante las violaciones constitucionales, no quiero saber lo que harán ahora si Argentina adhiere.  

Los periodistas deberemos prestar especial atención al artículo 44 del RSI (Reglamento Sanitario Internacional) en relación al 14 y al 16 del Nuevo Tratado, que imponen censura a la libertad de informar y criticar, restringiendo y lesionando severamente esa potestad amparada en la Constitución Nacional. El mencionado texto indica en una de sus partes que «La OMS ayudará y colaborará rápidamente a los estados partes, especialmente a los países en desarrollo que lo soliciten para contrarrestar la difusión de la información falsa y poco fiable sobre eventos de Salud Pública medidas y actividades preventivas y antiepidémicas, en los medios de comunicación, las redes sociales y otras formas de difundir dicha información». Ningún juez tampoco podrá entonces defender la Libertad de expresión si nos arrodillamos ante Tedros Ghebreyesus  el semidiós dueño de la salud mundial.

Los médicos deberán saber que según el nuevo tratado mundial de la OMS sobre pandemias, esta organización también podrá declarar en el futuro una pandemia de enfermedades cardíacas, cáncer, etc. En efecto, la OMS anularía el poder de decisión de los jefes de Salud Pública de los gobiernos soberanos y dictaría directivas en todos los ámbitos de la vida.

Por último, lo ideal es leer el Tratado a no firmar, (lo digo a sabiendas que pocos lo harán), para concluir como la Diputada británica, Suella Braverman, que dijo en el parlamento “Soy profundamente escéptica sobre la capacidad de la OMS para gestionar una pandemia, a la luz de los graves errores de juicio, el deficiente liderazgo y los conflictos de intereses bien documentados” o los dichos de Monseñor Carlo María Viganó quien dijo que «la presión para la aprobación del Tratado contra la Pandemia de la OMS y para el pasaporte sanitario – acompañada de la activación de la billetera digital – demuestra que los autores de este golpe no tienen intención de renunciar a sus intenciones criminales, a menos que se enfrenten a una persona firme y decidida, una oposición por parte de la población y de sus pocos representantes no vendidos al Foro Económico Mundial, que valientemente no incumplen su deber.»

Lo que viene si firmamos es la OMS declarando un Estado de Emergencia de Salud o una Emergencia Climática, luego bajará el mandato de vacunar y recluir en cuarentena a todo el mundo avalados ahora por el Tratado y con el control total de los recursos del Gobierno. Veremos de nuevo a la Policía de San Juan haciendo cientos de operativos para hacer cumplir los mandatos de la OMS, volverán los barbijos, los PCR y toda esa porquería mentirosa. Pero ahora con papeles, sin lugar a no colaborar y muy probablemente hasta sin medios de comunicación que requieran presencialidad para poner al aire sus productos.  

Si no frenamos el Tratado que sirve de amparo a las obligaciones que impone el RSI enmendado, «Alea iacta est»…la suerte está echada. 

 

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