San Martín, sin final feliz: perdió con Aldosivi y descendió a la Primera Nacional
El Verdinegro empezó ganando en Mar del Plata, pero luego el Tiburón hizo valer la localía y sentenció la historia por 4-2.
San Martín vivió una tarde trágica en Mar del Plata. A 25 minutos del final, ganaba 1–0, rozaba la permanencia y tenía todo para salvarse. Pero en apenas dos minutos, Aldosivi dio vuelta la historia, aprovechó errores defensivos groseros del Verdinegro y desató una remontada que terminó en un durísimo 4–2 que sentenció el descenso sanjuanino.
El partido había comenzado con un dominio absoluto de San Martín. El equipo de Concepción salió decidido, intenso y con una claridad que superó ampliamente al Tiburón. En apenas cinco minutos, Sebastián González obligó a Carranza a una atajada espectacular tras un tiro libre. Más tarde, el propio González tuvo otra clarísima de cabeza, con otra intervención salvadora del arquero marplatense.
San Martín acumuló situaciones: Watson probó desde afuera, Tomás Fernández tuvo una chance nítida y todo parecía indicar que el Verdinegro estaba para dar el golpe. Aldosivi no lograba salir de la presión ni imponerse en ningún sector.
El complemento mantuvo la misma tónica. El gol parecía cuestión de tiempo y llegó a los 20 minutos: el juvenil Santiago Barrera empujó la pelota al fondo de la red y encendió la ilusión. A esa altura, con Godoy Cruz sin poder doblegar a Riestra en Mendoza, la combinación que necesitaba San Martín estaba ocurriendo.
Todo estaba dado. Todo era esperanza. Pero el fútbol tiene esas historias crueles. Y en dos minutos se derrumbó todo.
Aldosivi, que no encontraba respuestas, empató a través de Moya tras un centro sin demasiada resistencia. Y antes de que San Martín pudiera reaccionar, Rami aprovechó otro error defensivo y dio vuelta el marcador. Una ráfaga devastadora. Dos golpes imposibles de asimilar.
Aun así, San Martín volvió a levantarse. A los 39 minutos, un penal sobre Orihuela le dio otra vida. Tomás Fernández lo cambió por gol y puso el 2–2 del último suspiro, el de la fe, el de la épica que parecía posible.
Pero otra vez, otra desconcentración criminal tiró todo por la borda. En la jugada siguiente, Giani capturó una pelota perdida y definió para el 3–2. Y ya en tiempo de descuento, Preciado selló el 4–2 desde el punto penal.
El final fue una síntesis dolorosa de lo que vivió San Martín a lo largo del año: cuando tuvo que golpear, no lo hizo; cuando debía defender, falló. El equipo que había mostrado una notable mejoría en el Clausura terminó pagando un pésimo primer semestre que dejó un margen mínimo para los errores.
