
Milei participó de la asunción del nuevo presidente de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira
Luego de su paso por los Estados Unidos, el Presidente estuvo en la ceremonia junto a Karina Milei y el canciller Pablo Quirno.
La jura presidencial de Rodrigo Paz Pereira puede modificar el plano geopolítico sudamericano. Es por eso que Javier Milei participó de la entrega del bastón de mando en la Asamblea Nacional Legislativa Plurinacional de Bolivia, en la ciudad de La Paz. Se trató de la segunda ceremonia de asunción de la que participará el Presidente, luego de ser invitado a la de Donald Trump en enero de este año. Tras el evento, se aguarda que arribe a la ciudad de Buenos Aires a las 17:30 horas del sábado.
El Presidente finalizó su viaje por los Estados Unidos, en donde tuvo escalas en Nueva York y Miami. En la primer ciudad, mantuvo encuentros con empresarios y participó de una reunión del Conservative Political Action Conference (CPAC) y de un encuentro del Council of the Americas. Luego pasó por la ciudad del estado de Florida, en donde intervino en el American Business Forum y compartió un llamativo momento con tenistas retirados hispanos: el argentino David Nalbandian y los españoles Rafael Nadal y Carlos Moyá.
“Les recomiendo encarecidamente dejar flotar su moneda. Les aconsejo hacerlo mientras los tiempos son buenos, si quieren romper con el ciclo de auge y caída”, afirmó Dhawan en declaraciones a periodistas.
La asunción de Rodrigo Paz no sólo significa el fin de una sucesión de 19 años de mandatos del MAS en Bolivia (el partido referenciado con Evo Morales), sino que representa un nuevo potencial socio ideológico de la actual gestión libertaria argentina. En el balance regional, persiste la paridad de posicionamientos ideológicos, pero Javier Milei encabezaría el pelotón sudamericano de los líderes de derecha junto a Paz, Santiago Peña (Paraguay), Daniel Noboa (Ecuador, envuelto en una crisis securitaria) y José Jerí (mandatario temporario del Perú).
Junto al mandatario argentino estuvieron el canciller Pablo Quirno y la secretaria General Karina Milei. La comitiva internacional estará compuesta por el mencionado Noboa, los presidentes de Chile (Gabriel Boric) y Uruguay; la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Teresa Ribera y el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau. La presencia de Javier Milei no pasó desapercibida por Paz Pereira: «En primera instancia quiero saludar al presidente de la Argentina. Muchas gracias por estar acá, muchas gracias, de corazón».
Nacido en España e hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), Rodrigo Paz Pereira llegó a las elecciones generales de Bolivia sin ser el favorito de las encuestas pero con una extensa trayectoria legislativa e incluso con una gestión como alcalde de Tarija. Representando al Partido Demócrata Cristiano (PDC) llegó al balotaje frente a Jorge «Tuto» Quiroga, una figura de la derecha boliviana más ligada al conservadurismo. Eso le permitió a Paz absorber votos del centro y el progresismo de su país, que le permitieron obtener el 54,96% de los votos en la definición del 19 de octubre.
A la hora de concretar su asunción, el flamante presidente juró por «Dios, patria y familia». Luego, planteó la necesidad de que no haya «nunca más una Bolivia aislada, sometida a ideologías fracasadas, ni mucho menos a una Bolivia de espalda al mundo». A su vez, prometió «un mandato de servicio y no de poder»: «Este gobierno promete que jamás abandonará la Patria. Comienza un tiempo de la libertad pero también de la responsabilidad. A la libertad hay que cuidarla, por eso la perdimos».
Sin mayoría legislativa, Paz tendrá que tener un gobierno de coalición hasta el 2030. Asume el gobierno con una alta inflación para los parámetros históricos de Bolivia (superior al 20% anual), una escasez de combustibles y una crecida de la demanda local de dólares estadounidenses. Entre sus promesas de campaña, el presidente electo apuntó a una flexibilización cambiaria, un cambio en el esquema de subsidios energéticos y un paquete de reformar tributarias.
El cambio de tendencia ideológica ya provocó un efecto inmediato en Bolivia. Por decisión del Tribunal Supremo de Justicia, fue liberada Jeanine Áñez tras la anulación de su condena de 10 años de prisión por su posible rol activo en el Golpe de Estado a Evo Morales en el 2019. Además, Paz ya tuvo una ronda de reuniones con organismos financieros internacionales, como el BID, el FMI y la CAF. Con este último ente consolidó un acuerdo por un desembolso de u$s3.100 millones.









