
La alianza UCR-LLA superó al peronismo en Chaco
En un escenario de fuerte polarización, el frente que comanda el gobernador Leandro Zdero se impone en las legislativas.
La alianza oficialista entre la Unión Cívica Radical (UCR) y La Libertad Avanza (LLA) tuvo este domingo un positivo bautismo de fuego en Chaco: ganó las elecciones legislativas y relegó al segundo puesto a un peronismo que, con sus principales tribus unidas, jugó fuerte detrás de la candidatura del exgobernador Jorge Capitanich, en un escenario hiper polarizado entre ambas escuderías.
Los comicios exhibieron una escasa participación, que superó el 50%. Con el 56,9% de las mesas escrutadas, el frente Chaco Puede + La Libertad Avanza cosecha el 44,9% de los votos, mientras que el espacio justicialista Chaco Merece Más obtiene un 34%. Tercera se ubicó Primero Chaco (11,1%), una diáspora del PJ encabezada por la intendenta de Barranqueras, Magda Ayala.
Concretamente, la provincia norteña eligió 16 diputados para renovar la Legislatura local. De acuerdo a los números, el oficialismo se queda con 8 bancas y el peronismo reparte las ocho restantes: siete para la lista mayoritaria y una para el bloque de Ayala.
Lo hizo a través del tradicional formato de boleta papel, con un menú que incluyó a 11 fuerzas en carrera y que no tuvo grandes sobresaltos, más allá de la baja baja cantidad de personas que acudieron a las urnas, un hecho que preveían en los principales campamentos teniendo en cuenta que no se eligieron cargos ejecutivos.
Victoria de la alianza UCR – LLA ante el peronismo
En el plano político, si bien no extrapolable por fuera del distrito, la puja chaqueña acaparó la atención en la arena nacional, ya que por primera vez se dio una fusión entre la UCR y LLA. El artefacto tuvo como artífice al gobernador Leandro Zdero, quien apostó a no pasar sobresaltos frente a un peronismo golpeado pero competitivo, apelando a nuclear el pleno del voto oficialista dentro de una misma coalición.
Aunque de manera indirecta, la pulseada de este domingo reeditó la del 2023, cuando Zdero le arrebató el poder a Jorge Capitanich en la primera vuelta. Ahora, si bien no fue candidato, el mandatario radical se puso al hombro la campaña y apuntaló a sus postulantes, en especial a Julio Ferro, subsecretario de Legal y Técnica de la provincia, quien encabezó la boleta. Fue su primera prueba de fuego desde su asunción.
En principio, la radiografía marca que la cosecha es buena tanto para los boina blanca como para los libertarios. Los primeros lograron un positivo plebiscito tras un año y medio de gestión, en un escenario nacional complejo. Evitaron, además, la atomización del electorado y le cerraron el paso al peronismo.
Los segundos, en tanto, pudieron colocar alfiles propios en la Legislatura y no cargaron a sus espaldas con una derrota cantada, teniendo en cuenta su escasa territorialidad y la imposibilidad de llevar el nombre Milei en la boleta. Rápidos de reflejos, en los cuarteles violetas salieron a destacar su sello por sobre la alianza.
El justicialismo, en tanto, tenía una ambición: volver a pisar fuerte en un bastión histórico con miras a las nacionales de octubre y, en última instancia, el 2027. Para eso, jugó fuerte con Capitanich a la cabeza. En sus filas se dedicaron a pegar al gobernador radical a la gestión de Javier Milei y vincularlo al ajuste y a los tarifazos.
Para eso, el exjefe de Gabinete de Cristina Kirchner logró encuadrar detrás suyo al exgobernador Domingo Peppo, al exintendente de Resistencia Gustavo Martínez y al exdiputado José Mongeló, todos accionistas importantes en el peronismo vernáculo. Cabe recordar que este año Chaco elegirá senadores y el PJ intenta llegar en unidad a los duelos por la Cámara alta.