A menudo suponemos que estamos vivos, y que por poder mirar el mundo impávidos, pertenecemos a la estirpe de los que aún respiran. Se nos van cerrando puertas y empezamos a morir de a poco. Pasa el tiempo y lo que se nos pone viejo es el cuerpo pero la cabeza es 30 años más joven y eso suele sucederle a personas como Nina.
Una mañana hace más de 5 años, me pidió tomar un cafecito para decirme que le gustaría terminar su carrera de periodista en mi radio. ¨No quiero nada Osvaldo, sólo que necesito libertad y seguir andando…a veces me despierto y no sé si estoy viva o muerta porque no tengo un trabajo al que acudir¨. me dijo con esa hermosa voz casi quebrada. ¨Sin hacer nada, me falta la mitad de la vida y no quiero ser una carga para los chicos…ellos tienen sus vidas¨. Yo con el pecho lleno le dije que esa radio le pertenecía y pusimos fecha para el comienzo de ¨La hora de Nina¨ en Estación Claridad.
Estaba tan contenta que sus ojos se encendieron con ese fuego sagrado que tienen los hijos de la pasión. Como una joven que conseguía su primer puesto, allí nomas eligió la cortina, la primera semana de invitados y quién le gustaría que fuese el operador. Tan bella y correcta, tan Señora y tan suspicaz siempre, que uno caía rendido de tanta admiración. Desde entonces nos unió una relación de sincero cariño, respetuoso, amable y constructivo.
Ella fue quien pudo resucitar cuando aún respiraba. Resucitó antes de que su cuerpo dijera ¨Basta¨, porque le peleó y le ganó al destino de soledad y decrepitud que nos espera a la mayoría. Desde su regreso al micrófono dio la más valiosa de las lecciones para quienes se rinden ante el inexorable calendario. Este último año, decidio cambiar la cortina a su programa.
Buscó la icónica canción de María Elena Walsh ¨Como la cigarra¨, desde la cual ya anticipaba que
¨Tantas veces me borraron, tantas desaparecí, a mi propio entierro fui sola y llorando¨
Por eso queridos amigos lectores y oyentes me he animado a afirmar que Nina ya pasó por este tramite de irse y regresar.
Tantas veces me mataron
Tantas veces me morí
Sin embargo, estoy aquí
Resucitando…
Nina volvió a cantar al sol…como la cigarra.
Nos vemos en otro momento y en otro lugar mi mañosa y consentida amiga.
