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San Juan Escribe: el ganador del concurso “Celebró que el concurso se haya abierto hacia «nuevas generaciones»
Así se expresó Federico Araya, escritor y ganador del primer premio en la categoría Poesía del certamen literario San Juan Escribe, por su obra “Brasero, poemario de la ceniza”, en una entrevista con el equipo de Prensa de la Cámara de Diputados.
Araya, poeta caucetero de 48 años, ha publicado varios libros de poesía, entre los que se incluyen “Todos estamos solos” (2002), “Las Paredes y el Vacío” (2005) y “Los Decepcionados” (2012). Además, ha trabajado como tallerista de lectura y escritura en los Centros de Actividades Juveniles (CAJ) y como Mediador de lectura y escritura en distintos proyectos educativos para el Ministerio de Educación de San Juan.
Los primeros pasos en la escritura
En la entrevista, Federico recordó sus inicios en la poesía: “comencé a escribir poesía hace mucho tiempo cuando tenía catorce años. Todavía tengo recuerdos de esos primeros momentos cuando empecé escribir, lo hacía con lapicera en un cuaderno en mi habitación, en la tarde o noche cuando estaba solo y tenía la posibilidad de sentarme a pensar en lo que me rodeaba y en ciertas circunstancias del día o días anteriores”.
Participación en San Juan Escribe
El certamen San Juan Escribe ha sido una fuente constante de interés para Araya, quien destacó la importancia del concurso: “Siempre me ha atraído por su magnitud y por la oportunidad que brinda de presentar una obra ante un jurado calificado, lo que va más allá de ganar un premio. Es una oportunidad para que las obras sean valoradas por expertos en literatura.”
Araya señaló que uno de los aspectos más destacados del concurso es su apertura hacia las nuevas generaciones: “celebro que el concurso se haya abierto hacia los jóvenes y adolescentes. Esta convocatoria me parece un estímulo interesante y necesario que tiene que formar parte de políticas públicas”.
Sobre su obra Brasero, poemario de la ceniza
En cuanto a Brasero, poemario de la ceniza, Araya explicó que el libro comenzó a gestarse cuando era niño. Muchos de los poemas están inspirados en las historias que se contaban alrededor del brasero en la casa de su abuela. “Muchos de esos poemas son experiencias de cuando yo era niño y que eran habituales. En aquellos momentos, mi abuela y tía abuela se ponían a contar historias que tenían que ver con cuestiones de historias y hechos que les pasaban a ellos o a conocidos. Tienen que ver con los misterios, con esas cuestiones que ocurren en las noches que incluye a personajes que jamás sabemos quiénes son. Así arranca Brasero. Después en la época de pandemia, cuando estuve aislado como todos, me senté a escribir sistemáticamente, en función de estas historias y me refiero a sistemáticamente porque trabajé en base a un concepto que se constituye como eje para escribir todos los poemas que están ahí. Entonces Brasero es una larga trayectoria de observación, escucha, y de escritura que arranca cuando yo era chico y que de alguna manera interpreta lo que me querían decir por aquella época”.
El poeta agregó que los elementos recurrentes en su obra, como los jotes, eucaliptos, la noche, los fantasmas y la muerte, acompañan y dan forma a los relatos que se encuentran en el libro.
Expectativas a futuro como escritor
Finalmente, Araya sostuvo que tiene como expectativa poder escribir de manera regular. “La poesía es una forma de expresión, exploración y reflexión. No me enfoco en escribir libros, sino en redactar poesía. Si lo que escribo se convierte en un libro, genial. Lo que más me importa es poder organizar mis pensamientos y que mis textos sean leídos”. En este sentido, señaló que el concurso ayuda a que su obra llegue a un público más amplio.