El conmovedor relato del hombre rescatado en Ullum

Desde una cama de hospital, Salvador Daniel Olivares, de 50 años, compartió por primera vez su desgarradora experiencia tras ser arrastrado por una creciente en el río San Juan. Olivares, quien había estado desaparecido durante dos días, relató cómo logró sobrevivir a la furia de la naturaleza con la ayuda de troncos y ramas.

El incidente ocurrió el pasado jueves, cuando la fuerte lluvia que azotó la provincia provocó una repentina crecida del río. Olivares, que se encontraba al volante de una camioneta de seguridad, recordó el momento en que la corriente comenzó a hacerse incontrolable. «La camioneta se enterró por la creciente que había. Entramos en un momento de desesperación y, en un instante, dos de nosotros decidimos saltar de la camioneta. Yo dejé de estar agarrado a un compañero y ahí me solté», explicó Olivares.

Atrapado en un torrente de agua y barro, el operario se vio obligado a luchar por su vida. «Empecé a sentir golpes de muchas cosas, hasta que pude agarrar unas ramas y con eso me mantuve a flote. Recibía golpes de un lado y del otro. Era una oscuridad terrible, pero con esos troncos logré llegar hasta el río, donde el caudal era más lento», relató con voz entrecortada.

A pesar de su agotamiento, Olivares logró aferrarse a unos arbustos y finalmente salió a la orilla. «Estaba muy cansado y me quedé al costado, pasé la noche así. Me ponía mal porque no sabía de mis compañeros, si estaban bien o mal», confesó. Su angustia por la incertidumbre de la suerte de sus colegas lo acompañó durante las horas más difíciles de su odisea.

Ahora, mientras se encuentra internado en el hospital Aldo Cantoni de Calingasta, los médicos le realizan estudios para evaluar posibles lesiones severas o infecciones derivadas de las heridas que sufrió en brazos y piernas. «Aguanté con los troncos para mantenerme a flote», concluyó Olivares, quien se siente aliviado por haber sobrevivido, pero inquieto por el destino de quienes viajaban con él.