Los desafíos de una Asamblea Eclesial Continental
Por monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social
Vivimos tiempos nuevos. No sólo por lo que implica la pandemia y las modificaciones que introduce a nuestros hábitos y modos de vivir los vínculos familiares, de amistad, los sociales. También en la vida de la Iglesia vamos entrando en escenarios que nos resultan desconocidos. Las situaciones actuales nos enfrentan a desafíos inéditos e insospechados hasta hace poco tiempo, los cuales reclaman que busquemos y propongamos otras respuestas desde nuestro corazón creyente.
Francisco nos convoca a transitar un camino de Asamblea Eclesial a nivel de América Latina y El Caribe. Una iniciativa particular a desarrollar en el Continente. Tenemos unas pocas experiencias de Asambleas Diocesanas y Arquidiocesanas (como en San Juan y tantos otros lugares del mundo), o en algunos Movimientos e instancias eclesiales (Acción Católica, Liga de Madres, Renovación Carismática, etc.). Pero organizarlo y promoverlo en un espacio tan diverso y amplio es un reto enorme.
Con ánimo esperanzado iniciamos nuestro camino hacia la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, un acontecimiento realmente original. Se trata de un camino que busca reavivar nuestro compromiso misionero, de cara a los desafíos actuales e iluminados por el Documento de Aparecida que nos sigue llamando a la conversión pastoral, a la alegría de encontrarnos con Jesús.
Un camino que recorreremos juntos todos los miembros del Pueblo de Dios, todas las vocaciones y estados de vida, las diversas edades. La participación se promueve desde las instancias orgánicas de la Iglesia (Parroquias, Diócesis, las Conferencias Episcopales) y desde otros espacios eclesiales (como la Comisión de Religiosos y Religiosas de América Latina y El Caribe, Caritas, redes contra la trata, cuidado del ambiente). Una Asamblea Eclesial con espíritu Sinodal. De parte de todoshace falta generosidad y compromiso para poner nuestro entusiasmo y capacidades al servicio de la evangelización.
El lema que nos motiva es “Todos somos discípulos misioneros en salida”. Todos, por el bautismo, somos miembros activos del pueblo de Dios y nuestra vocación en común es seguir a Jesús como sus discípulos enviados a la misión, en salida. Apasionados por Jesús y apasionados por su pueblo.
El camino ya comenzó con el mensaje del Papa del pasado domingo 24 de enero (te invito a buscarlo en internet si todavía no lo viste). Habrá varias etapas. La Pandemia que estamos viviendo nos exige creatividad y adaptación por eso se está pensando en una Asamblea mixta, es decir presencial y virtual, con diversas sedes que combinen ambas modalidades. En las primeras etapas se podrá participar de modo personal o comunitario desde el propio lugar. Las deliberaciones generales se realizarán del 21 al 28 de noviembre —también en varias sedes—; muy probablemente en cada país habrá también un espacio para participar de modo virtual y/o presencial según sea la situación sanitaria en ese tiempo. Será presidida desde México, bajo la mirada amorosa de Santa María de Guadalupe, Patrona de América.
En nuestra página www.asambleaeclesial.lat podrás encontrar todos los detalles de nuestra Asamblea Eclesial.
Estamos preparándonos de muchas maneras por eso tendremos:
Un camino espiritual, porque en el centro está Jesús que nos enseña el mandamiento del amor a Dios y a los hermanos.
Un camino para la escucha, porque el Espíritu Santo está presente y quiere manifestarse en todos los hombres y mujeres bautizados.
Un camino para el encuentro, a fin de discutir, discernir y buscar juntos la Voluntad de Dios ante los nuevos desafíos.
Todos somos discípulos misioneros en salida. Francisco terminaba su mensaje diciendo “adelante, con coraje”. Me hacía acordar a una frase que escuché en estos días: Los audaces a veces se equivocan, los timoratos se equivocan siempre.