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El Chapo fue sentenciado a cadena perpetua

Joaquín Guzmán Loera, conocido como el Chapo, se escapó de prisión dos veces en México antes de ser finalmente extraditado a Estados Unidos en 2017.

Joaquín Guzmán Loera, el narcotraficante mexicano conocido como el Chapo, fue sentenciado el 17 de julio a cadena perpetua, con lo que termina una de las carreras criminales más brutales y notorias de la historia moderna.

La cadena perpetua, dictada por la ley como resultado de lo grave de los crímenes de Guzmán, fue dada a conocer en la Corte de Distrito Federal en Brooklyn donde el capo fue declarado culpable en febrero pasado por los cargos de narcotráfico, asesinato y lavado de dinero después de un juicio de tres meses.

Mientras algunos de los agentes federales que lo persiguieron durante años miraban desde la galería, el juez Brian Cogan dictó la cadena perpetua y Guzmán, de 62 años, fue llevado para prepararlo —después de una apelación— para que pase el resto de su vida tras las rejas.

El juez Cogan dijo que la “abrumadora maldad” de los crímenes de Guzmán era evidente. Además de sentenciarlo a una cadena perpetua más treinta años, ordenó al capo pagar 12 600 millones de dólares en reparación de daños.

Guzmán habló durante varios minutos antes de su sentencia y dijo que no había sido un juicio justo y se quejó sobre su encarcelamiento en una prisión federal en Manhattan, al calificarlo de una “tortura psicológica, emocional y mental veinticuatro horas al día”.

“Dado que el gobierno de Estados Unidos me va a enviar a una prisión en la que mi nombre no volverá a ser escuchado nunca más, aprovecho esta oportunidad para decir que aquí no hubo justicia”, dijo el ex líder del Cártel de Sinaloa.

El Chapo casi seguramente será enviado a la prisión federal más restrictiva de Estados Unidos, ADX, una prisión de máxima seguridad en Florence, Colorado.

La carrera de Guzmán al frente de uno de los cárteles más poderosos de México llegó a su fin solo después de que México aceptó extraditarlo a Estados Unidos en enero de 2017. Su habilidad para escapar de prisión y evadir la captura durante años subrayó la arraigada corrupción de las autoridades mexicanas favorecida por su cártel, que sobornaba e intimidaba para controlar no solo a departamentos de policía locales, sino también a los funcionarios de más alto rango en el gobierno mexicano.

“Es justicia no solo para el gobierno mexicano, sino para todas las víctimas de Guzmán en México”, dijo Raymond P. Donovan, el agente a cargo de la oficina en Nueva York de la Administración de Control de Drogas (DEA), que fue vital para capturar dos veces al Chapo.

El juicio se desarrolló durante un intenso escrutinio de parte de los medios y fuertes medidas de seguridad que involucraron perros que olfateaban en busca de bombas, francotiradores de la policía y oficiales federales con sensores de radiación.

Los fiscales enfatizaron algunos de los cargos más graves contra él, al presentar evidencia de que envió cientos de toneladas de droga a Estados Unidos desde México y causó la muerte de decenas de personas para protegerse a sí mismo y sus rutas de tráfico.

El caso reveló detalladamente el funcionamiento interno del Cártel de Sinaloa; por ejemplo: cómo utilizó consultores en informática y cómo empacaba su cocaína en “condones”.

No obstante, dada la fama y notoriedad del acusado, el juicio también fue un bullicioso circo legal, completado por una horda de reporteros internacionales, un constante flujo de narcoturistas y una aparición especial del actor que interpreta al Chapo en una serie de Netflix.

El veredicto el 12 de febrero llegó después de más de una semana de deliberaciones del jurado. Al final, Guzmán fue declarado culpable de los diez cargos en su contra.

A medida que el veredicto era leído, él permanecía sentado mientras escuchaba al traductor y lucía asombrado. Cuando la lectura del veredicto concluyó, Guzmán se recargó sobre la espalda para mirar a su esposa, Emma Coronel Aispuro, que señaló con el pulgar hacia arriba con lágrimas en los ojos.

Ese día, Richard P. Donoghue, el fiscal de Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York, calificó el veredicto de culpable como una victoria para las autoridades.

Hasta los abogados de Guzmán aceptaron que defender al capo era una tarea desalentadora.

“Nunca he enfrentado un caso con tantos testigos dispuestos a cooperar y tanta evidencia”, dijo Jeffrey Lichtman, uno de los abogados de Guzmán. “Hicimos todo lo que pudimos como abogados defensores”.

Dos días después de la condena de Guzmán en febrero, dos de los hijos del capo, Joaquín y Ovidio Guzmán López, fueron acusados por fiscales federales en Washington.

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