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Preocupante aumento de delitos digitales en San Juan: una denuncia cada dos horas

Las estafas virtuales no dan tregua en San Juan: se reportan 12 casos diarios ante la Justicia. Los fraudes más frecuentes incluyen robos de datos, operaciones bancarias truchas y ventas falsas en redes sociales. Las personas mayores, entre las principales víctimas.

Los delitos informáticos se han convertido en una amenaza constante para los sanjuaninos. Desde perfiles falsos hasta promociones engañosas y sitios web clonados, los estafadores digitales perfeccionan sus métodos día a día, afectando a personas de todas las edades, especialmente adultos mayores.

En la provincia, se presentan en promedio 12 denuncias por día hábil, lo que equivale a cerca de 288 casos mensuales. Esto implica una denuncia aproximadamente cada dos horas, lo que evidencia la gravedad del problema. Los lunes se reporta un mayor volumen de casos debido a la acumulación de denuncias del fin de semana.

En comparación con el 2024, las denuncias aumentaron entre un 10% y un 12%, confirmando una tendencia creciente que preocupa a las autoridades judiciales.

Entre los fraudes más comunes se encuentran los consumos no reconocidos en tarjetas de crédito y débito, producto del robo o clonación de datos. También proliferan los enlaces falsos en redes sociales, que simulan promociones de servicios públicos o suscripciones a plataformas de streaming. Muchos usuarios terminan brindando acceso a sus cuentas bancarias tras validar su identidad mediante videollamadas o apps fraudulentas.

Otro delito en alza es el de ventas engañosas a través de Marketplace. En estos casos, se publica un producto a la venta, el supuesto comprador ofrece dejar una seña y luego envía un comprobante falso de transferencia millonaria, pidiendo la devolución de la “diferencia”. Para lograrlo, los estafadores simulan llamados desde bancos o entidades oficiales, logrando que las víctimas entreguen dinero que nunca recibieron.

Cuando las estafas se realizan dentro de la provincia, muchas veces se logra identificar a los responsables, sobre todo si utilizan comercios locales. Sin embargo, los casos con origen en otras provincias como Buenos Aires, Mendoza o Córdoba, resultan mucho más difíciles de rastrear, ya que los estafadores utilizan cuentas fantasma o intermediarios que hacen desaparecer el dinero rápidamente.

Desde la Unidad Fiscal que investiga estos delitos también se trabaja en lograr respuestas económicas para las víctimas. En muchos casos, especialmente cuando se trata de préstamos tomados sin consentimiento, se busca que las entidades financieras reconozcan la estafa y asuman los costos. “No tiene lógica que un jubilado con la mínima saque un crédito por seis millones y lo transfiera en minutos. En esos casos, se logra una resolución favorable para la víctima”, destacaron.

No obstante, no todas las causas tienen una solución efectiva, especialmente cuando deben derivarse a otras jurisdicciones, donde la investigación se vuelve más lenta o se estanca.

Las autoridades insisten en la importancia de estar atentos y denunciar cualquier intento de estafa. Verificar el origen de los mensajes, desconfiar de enlaces desconocidos y evitar brindar datos personales sin certeza del interlocutor, son medidas clave para no caer en estas trampas.

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