Cueva de ladrones: arrebatador reducido por municipales vive en el conventillo de Avenida Rawson y General Paz
Esta mañana un delincuente de 24 años le arrebató el teléfono celular a una mujer con discapacidad de 62 años. Empleados municipales alcanzaron al delincuente en huida y lograron reducirlo.
“De un solo cascazo lo tiré al piso y le dimos” dijo uno de los empleados municipales de la Capital que detuvo a un arrebatador. El suceso delictivo tuvo lugar esta mañana cerca de las 9 horas en calle Güemez entre Avenida Córdoba y Santa Fe.
Maximiliano Alejandro Berrocal de 24 años de edad marcó su objetivo y tras seguir a la mujer indefensa le quitó el celular de sus manos. La mujer que estaba de paso por la Ciudad Capital para realizar un trámite, fue sorprendida por Berrocal que logró avanzar solo dos cuadras con el elemento robado.
Es que los municipales (esperaban el ingreso para el turno de limpieza urbana) del obrador de calle Güemes fueron testigos directos del hecho y decidieron actuar rápidamente. Uno de ellos comenzó a perseguirlo y con un casco de moto en mano logró tumbar al caco. Al menos 3 compañeros se sumaron a la aprehensión ciudadana y dejaron el resto de la labor a la autoridad policial.
Afortunadamente la mujer víctima no sufrió lesiones físicas aunque sí se vio consternada y asustada. Los vecinos del lugar le ofrecieron una silla donde espero por su hija e hijo que llegaron al lugar para contenerla.
Ante los policías Berrocal declaró que vive en el “conventillo”, viejo hotel usurpado por delincuentes en avenida Rawson y General Paz, departamento Capital.
La Justicia recientemente allanó esas instalaciones por una denuncia de violación. En el lugar conviven mujeres embarazadas, trapitos, menores de edad, no hay servicios básicos y las condiciones de insalubridad por la falta de higiene es un riesgo latente. Vecino y comerciantes de la zona no saben a quién acudir y exigen a la Municipalidad de la Capital que proceda a clausurar el inmueble.
La propiedad está a nombre de una mujer cuyos hijos no se ponen de acuerdo en la sucesión de ese dominio y tampoco solicitaron el desalojo del lugar usurpado.