Es un hecho que viajar en taxi a partir de los próximos días será más costoso, ya que “el aumento de tarifa se definió, va a ser un 45% de lo que es la bajada de bandera”.
Así lo definió Marcelo Molina, Secretario de Tránsito y Transporte de la provincia, quien en dialogo con ESTACION CLARIDAD, conceptualizó pormenores de las reuniones mantenidas con representantes del sector para llegar a un acuerdo.
“Nos reunimos en diferentes sectores, el taxi es un sistema un poco más complejo porque tiene muchos actores, tiene el taxista tradicional”.
Por ejemplo, “el taxista de parada, tiene quien representa a los propietarios de auto, tiene quien representa a los choferes de taxi; está CAPE, está UPADA, están los taxistas de parada, está CPU, que son las conductoras de taxi, peones de taxi, CRARA como cámara de agencias de remises”.
Molina dijo que “No son reuniones fáciles porque son disímiles los intereses en el medio. Por las realidades con las que hay gente que se trabaja. No es que hay una sola realidad, que hay una patronal y un solo empleado, sino que hay una mezcla de cosas, inclusive personas que alquilan un auto y que no se sienten empleados, sino que se sienten cuentapropistas o son cuentapropistas”.
Incluso resaltó que “tenemos que tener en cuenta que son 1.600 personas. Y que “la ley habilita que por lo menos tenemos que tener el consenso del 10%, hoy podría decirle que hemos tenido un consenso mayoritario, mucho más que el 10%, superamos el 60-70%, obviamente hay gente que queda por fuera, hay gente que me ha hablado como autoconvocado y bueno, necesitamos que forme una asociación”.
Además, el Secretario de Tránsito y Transporte reconoció que existen personas que generan conflictos al momento de negociar. En ese sentido, señaló al titular del Sindicato de Conductores de Taxis y Remises. “Ferreri tiene un sindicato, el problema es él personalmente, en sus actitudes y sus formas de manejarse, que no conducen al diálogo.
Este es un gobierno que se caracteriza por el diálogo y cuando las personas no entienden y no están dispuestas al diálogo, es muy difícil poder acordar qué es lo que le pasa a esta persona. Cuando se rompe, cuando no hay voluntad de diálogo, es muy difícil conversar».
“Él tiene otro estilo de trabajo que no es el diálogo o de lo que se dialoga termina diciendo otro tipo de cosas que no son las que se dialogaron, es una cuestión muy personal de él ya que estuvimos conversando miércoles o jueves en la secretaría y estaba todo encaminado.
Él sabía que íbamos a dar tarifas, sabíamos que la diferencia era el porcentaje, que la discusión entre los diferentes sectores era el porcentaje. Eso lo estaba sabiendo, lo estaban sabiendo todos los sectores. Bueno, él ha decidido comportarse de otra manera, creo que no le debemos dar más trascendencia”.
