Ubicado en calle Mendoza entre calles 12 y 13, departamento Pocito, el complejo supera las 700 soluciones habitacionales. Cada vivienda cuenta con una superficie de 61 metros cuadrados y se compone de 2 dormitorios, baño, cocina – comedor, y espacio para lavadero. En el exterior cuenta con pileta de lavar y pérgola metálica. El prototipo contempla además un espacio para uso productivo.
Pero todo lo descripto puede ser destruido en un abrir y cerrar de ojos y en algunos casos para guarida de criminales. Y eso ocurrió este fin de semana y no para. Mientras en la Comisaría 7° de Pocito dicen que no tienen recursos para prevenir el delito en la zona por falta de patrulleros, las broncas y disputas se dirimen a los tiros y pedradas.
De un lado podemos afirmar que la familia Casibar tiene la casa destrozada por un grupo de personas que los ajustició tras impedir que les robaran un lavaropas. Ese delito ocurrió este fin de semana y tras ello la familia compuesta por un matrimonio y dos hijos menores denunció el hecho en la Comisaría 7°.
Después de poner en conocimiento a las autoridades policiales, llegaron los tiros y las piedras para la vivienda de los Casibar.
Tan es así que uno de los proyectiles traspasó una ventana frontal y dio en la cabeza del jefe de familia por lo que debieron trasladarlo a Urgencias del Hospital Rawson. Pero nunca se detuvo el ataque. Transcurridas las horas las amenazas no cesaron porque «pasan a toda hora en moto empuñando armas de fuego y gritando el nombre de mi marido» dice Maira Casibar aterrorizada, esposa de Miguel Sánchez.
Dijimos de un lado. Pero del otro lado hay otra versión y es la de los denunciados. Se trata de Daiana Avella y su marido Marcelo Alejandro Villegas. Villegas estuvo detenido en las últimas horas en la Comisaría 7° porque según los Casibar, el hombre estaba armado frente a la vivienda atacada.
«Miguel dice que todos somos delincuentes y nosotros tenemos videos y pruebas para demostrar que los amenazados somos nosotros y no ellos» dijo a este diario Daiana Avella. La mujer agregó que «Sánchez ha correteado a mi hija de 11 años con un arma de fuego».
La disputa no tiene fin y las autoridades policiales están en conocimiento. Mientras, suenan tiros y vidrios estallando por la de pedradas que se arma en cualquier momento del día.
