La hoja de ruta de reducción de subsidios tiene distintas estaciones para el Gobierno. La Secretaría de Energía confirmó que desde abril llegarán a los hogares facturas con cambios en la cuenta del gas y de la luz, y que desde junio aplicaría “una canasta básica energética” que implicará una nueva distribución del apoyo estatal en las cuentas.
“Queremos que el usuario conozca los costos reales de la energía y la cuide, consumiendo de manera responsable”, publicó en X el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, quien defendió el descongelamiento.
Aumento del gas
La Secretaría de Energía puso números concretos y explicó que, a partir de abril, con un consumo promedio, los $838 que pagaba un hogar de ingresos bajos, ahora pasarán a $2462,2. Esto muestra un encarecimiento del 193,8% para el segmento.
En el caso de los hogares de ingresos medios, que pagaban $1975,1 en promedio, el nuevo costo que afrontarán será de $6375,3. Es decir, este segmento sufrirá un aumento del 222,7%, el mayor en términos porcentuales, porque para los de ingresos altos la modificación asciende al 213% con una tarifa que pasará de $2961,3 a $9270,5.
Estos incrementos se deben a la modificación de los valores del precio del gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), que es lo que se les paga a las petroleras por la exploración y extracción, algo así como la producción, que es uno de los componentes de la tarifa.
Estos valores pueden cambiar mensualmente en función de la evolución del dólar, tal como dispuso la resolución del Ministerio de Economía publicada en el Boletín Oficial. Rodríguez Chirillo explicó que la producción del gas tiene su valor en dólares, pero se paga en pesos. Antes de esta resolución, el Gobierno cubría ese gasto, y ahora será el usuario quien afrontará su costo en la boleta de fin de mes.
Por lo tanto, si el dólar se apreciara en relación con el peso, la tarifa se encarecería. Caso contrario, si el peso se apreciara frente al dólar, entonces el costo del gas debería bajar. “Hay que aclarar que la tarifa de gas se compone de tres elementos: PIST (producción) + Transporte + Distribución”, escribió en redes sociales el secretario de Energía. A propósito de estos componentes, el tercero de ellos, el valor agregado de distribución (VAD), “tendrá novedades la semana que viene”, tal como adelantó una fuente de la Secretaría de Energía.
Qué pasará con la luz
En tanto, el Gobierno redefinió las categorías que dividen a los usuarios de luz según su nivel de consumo. A partir del mes próximo, los hogares considerados R1 tendrán un cargo fijo en la factura de Edesur o Edenor de $791,27. Son los que consumen menos de 150kWh. Los R2, que consumen entre 151 kWh y 400 kWh, recibirán facturas con un monto fijo de $1687,65.
Por su parte, la categoría R3 pagarán $5818,97 por un consumo de entre 401 kWh y 500 kWh. Los usuarios del R4, que demandan entre 501 kWh y 600 kWh, pagarán como costo fijo $9309,04. El costo fijo del grupo R5 será de $19.487. A esta categoría le corresponde un consumo de 601 kWh hasta 700 kWh. El segmento R6, para consumos superiores a 701 kWh, tendrá un monto de $28.923,74.
Estos cuadros tarifarios fueron aprobados por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) y entran en vigencia a partir de abril.
Canasta Básica Energética
Este es uno de los temas más trascendentes para la Secretaría de Energía, dado que asimila la elaboración de una “canasta básica energética” a una redefinición del esquema de subsidios. Implicaría abandonar las segmentaciones anteriores y entrar en un nuevo régimen que el Gobierno proyecta empezar a aplicar desde junio, pero para eso deberá determinar algunas cuestiones aún irresueltas.
Tal como explicó una fuente de la Secretaría de Energía, “canasta básica energética” significa el nivel de consumo indispensable que tiene un grupo familiar o de convivientes. Si ese consumo supera un determinado porcentaje de los ingresos del grupo, entonces “corresponde subsidiar para que llegue al consumo básico”.
De esta manera, la canasta básica energética se construirá a partir de tres variables: ubicación geográfica (se divide al país en seis biozonas, desde muy frío a muy cálido), estacionalidad (mes del año) y composición e ingresos del grupo familiar o conviviente.
La implementación de esta medida estaba estipulada para mayo. Sin embargo, en las últimas horas el Gobierno confirmó que la pospuso, provisoriamente, para junio por demoras en la obtención y cruzamiento de los datos necesarios para completar las variables que componen a la canasta básica energética.
