Kicillof asumió su segundo mandato con la presencia de Cristina y una autocrítica por la derrota nacional
El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, reivindicó sus primeros cuatro años de gestión e intentó marcarle la cancha la cancha al presidente Javier Milei: «La libertad solo es posible si hay igualdad. La vida no es un mercado».
En un discurso de casi 40 minutos, Kicillof repasó su primera experiencia al frente de la Gobernación bonaerense, luego de asumir junto a su vice, Verónica Magario, el segundo mandato constitucional.
En el inicio, le agradeció a su equipo de gobierno, legisladores, familia y amigos, y reparó en la figura de la ex presidenta Cristina Kirchner, que estuvo presente en el palco junto a la esposa e hijos del economista.
Además, puntualizó en los ciudadanos de la PBA: «Esta reelección se produce en circunstancias de extendido malestar social, circunstancias en las que muchos oficialismos fueron derrotados. Si aún así nos eligieron, creo que se debe fundamentalmente a dos causas».
«Se valoró lo que realizamos en condiciones muy complejas, pero sobre todo se volvió elegir este gobierno sabiendo que al votarnos no se vota una continuidad mecánica, sino que se vota para proseguir la transformación de la provincia de Buenos Aires», agregó.
En esa línea, Kicillof reflexionó y lanzó el primer dardo a Milei: «Reconocemos que falta todavía mucho para asegurarle a la mayoría una vida digna, en paz, con menos miedo e incertidumbre. Por eso, tomamos esta reelección con emoción, pero sin exitismo».
«Estamos obligados a decirlo. Pese a todas las dificultades, los bonaerenses evaluaron que lo que falta en materia de vivienda, de educación, de salud, de infraestructura, no se consigue ni con motosierra ni con ajuste», subrayó.
Para Kicillof, en estas últimas semanas se escucharon «barbaridades con relación a los recursos que recibe la provincia de Buenos Aires»: «Nuestra provincia es, de lejos, la que menos recursos gastó por habitante el año pasado».
En ese contexto, el referente cristinista enfatizó en el aporte a la coparticipación que hace Buenos Aires y plantó un futuro reclamo que podría aparecer en las próximas en la agenda nacional: «Aportamos casi el 40% de la coparticipación. Recibimos poco más del 20%».
«Nuestra provincia es la que más aporta al producto y al valor agregado Nacional, la que recibió y recibe la mayor parte de las corrientes migratorias, la que tiene enormes deudas sociales habitacionales de infraestructura que hay que reconocer y reparar», continuó.
En otro pasaje, Kicillof volvió sobre Milei y las posibles políticas económicas que podría implementar: «A nivel nacional, las elecciones la ganó una orientación que no es la nuestra. Pero lo cierto es que no tenemos que gobernar solo para una fuerza provincial».
«Ni soy el gobernador de una isla. Soy gobernador de casi el 40% de los argentinos cuya calidad de vida depende en mucho de lo que haga o deje de hacer el gobierno nacional», sostuvo Kicillof ante los aplausos de gran parte del recinto.
EL GOBIERNO DEL FRENTE DE TODOS
Tras describir el gobierno del ex presidente Mauricio Macri, Kicillof dio su punto de vista sobre la derrota nacional del peronismo: «Se ampliaron, es cierto, derechos civiles, pero cuatro años después, la inflación siguió creciendo y alcanzó niveles angustiantes».
«Los ingresos no se recuperaron y esto impide condiciones para una vida cotidiana tranquilas. No pudimos dar respuesta como fuerza política a estas necesidades y esa es indudablemente una de las causas del resultado electoral», argumentó Kicillof.
«Néstor y Cristina consiguieron en su momento dos reelecciones en primera vuelta por gobernar de manera audaz, implementando políticas que le mejoraron sustancialmente la calidad de vida al pueblo», recordó el mandatario bonaerense.
Y enfatizó: «Aquellos 12 años maravillosos no deben ser fuente de nostalgia o melancolía, deben ser convertidos en un manual sobre cómo gobernar con coraje y amor a la patria en favor de la mayoría».
LA CONVIVENCIA CON MILEI
Para Kicillof, la propuesta de Milei no conducirá a una mejor sociedad ni «a una mejor economía, pero deseó «con honestidad y sin ninguna duda que las cosas salgan bien».
«Nos tocará convivir con un Gobierno nacional cuyas prioridades no compartimos, pero cuya legitimidad popular respetamos. En varios aspectos, las propuestas están en las antípodas de nuestra manera de ver la vida y mundo», señaló.
En esa sentido, Kicillof advirtió: » Pedimos también que se respete la voluntad de la mayoría de los bonaerenses que respaldaron masivamente un proyecto de desarrollo, inclusión, defensa de derechos, que es el que llevaremos adelante en la provincia de Buenos Aires».
También le pidió a Milei que asuma rol presidencial «con responsabilidad y patriotismo» y remarcó: «La sociedad no votó en venganzas ni sacrificios, la sociedad aspira a un tiempo de recuperación que les tocará liderar».
«Tengan la certeza de que la mayoría de los argentinos no eligió la caída de los salarios, la destrucción de la producción y el empleo de la industria nacional, y menos todavía el perdón a los genocidas o la privatización de la educación y la salud pública», en referencia al ajuste.
Para finalizar, Kicillof puntualizó en lo que consideró sus convicciones gubernamentales más «profundas» en otra referencia clara a los libertarios: «La dignidad no es un negocio. Los derechos no se miden por las ganancias económicas. La solidaridad no es ni cálculo ni transacción».
«La libertad solo es posible si hay igualdad. La vida no es un mercado. Y la patria no se vende», remató el ex ministro de Economía.