El nuevo Presidente es Javier Milei. Llega desde afuera de la política, sin estructuras y propinándole una paliza inédita al peor peronismo de la historia argentina. Sacó 14.469.000 votos, es el Presidente más votado de la historia y el primer libertario del mundo en gobernar.
El país que entregará Fernández es un profundo cráter, mucho peor que el apotegma ¨tierra arrasada¨ que le inventaron a Macri cuando se fue. El gobierno del kirchnerismo progresista, comunista, seguidor a rajatabla del globalismo ha empujado a nuestra Patria a centímetros de un abismo mortal. Dejan reservas netas negativas, inflación de dos dígitos mensual, dólar de 4 dígitos, deuda de importadores en máximos niveles, Banco central quebrado, déficit fiscal de 4,5%, emisión monetaria récord, pasivos remunerados récord, múltiples tipos de cambio, brecha cambiaria récord, dólar oficial atrasado, desdoblamientos cambiarios, pobreza en 41%, 6 de cada 10 chicos pobres, tres generaciones sin afección por el trabajo. La sociedad convertida en un tacho lleno de pobres, niños que no estudian y se mueren de hambre, ladrones dueños de las calles, gente asesinada todos los días, precios inalcanzables tal que no se puede vivir, un ejército de vagos mantenidos por el Estado y el eterno intento de imponer su relato único siempre. Intolerantes, cínicos y destructivos, los kirchneristas deben irse de una buena vez y para siempre, llevándose a la Cámpora con ellos.
Eso se les ha dicho hoy: no vuelvan más, no los queremos más en el poder. Pero este resultado electoral va más allá. La gente clama desde su alma que todos sean investigados, que les revisen las cuentas porque se van a encontrar a cientos de millonarios con plata robada y que viven en la más pornográfica opulencia. La gente se dará cuenta que lo de Insaurralde fue una muestra mínima y que el desfalco ha sido monumental. El mismo candidato Massa deberá responder ante la justicia por la denuncia de María Eugenia Talerico por gastarse 3 puntos del PBI y 15 mil millones de dólares en su campaña electoral, la más cara de la historia. Ni él ni nadie más debe quedar impune si queremos salir adelante de verdad.
El resultado electoral incluye también a la Justicia, porque por más peronistas que sean la mayoría de los jueces en este país (San Juan un paradigma en ello), deberán actuar si no quieren que la gente los saque a patadas de los estrados. Hay que prohibirles la salida del país a los chorros porque se van a fugar y si no pagan por sus delitos, vuelven. Ojalá Milei lo entienda desde el primer día de su gobierno y no transe.
La gente eligió también advertirle a los gremialistas que acá no se jode más. Otro sector que, de investigarlo, terminan casi todos presos.
Eligió decirles en la cara a los periodistas y empresarios de medios que no se puede mentir siempre y todo el tiempo, y con su voto reconoció a quienes se la jugaron de cara a estos imbéciles autoritarios que con todo el poder compraron la lengua y el bolsillo de periodistas, sus socios en la mentira y en la riqueza.
La gente votó para que nunca más un puñado de zurdos subvencionados organice cortes y paros arriando pobres sin dignidad pagándole al policía para que cuide al vago y perjudique al laburante.
Los argentinos nos dimos cuenta que otro que perdió por goleada fue Chiqui Tapia. Que mandó a los clubes a subirse a la campaña del miedo para jugar a favor de un candidato. El Ministro de la Pelota, el de los arbitrajes espurios y campeonatos multitudinarios. Ojalá vengan tiempos de cambio también en el fútbol.
Les ganó un tipo sin estructura en todo el país, menos en tres provincias. En San Juan Milei sacó el 61% y es un claro mensaje a los monarcas ácidos del justicialismo que destruyeron el partido cegados por la ambición de poder y de guita fácil. Son millonarios a los que no les importan sus gobernados sino sus negocios. Son los que acomodaron a parientes y amigos en el Estado, los que les entregaron tu casa a un puntero, a una organización social o se las dejaron para sí. El PJ local debe echarlos de una buena vez con la fuerza de los más jóvenes que no tuvieron lugar y que creyeron en los ideales de Perón. Que les cierren la puerta en la cara a los Uñac, los Gioja y todo su séquito antes de extinguirse. Son los que pierden y ni siquiera saludan a su vencedor, calientes y rencorosos prometiéndose volver.
Espero que no puedan, que la gente los ignore hasta en el supermercado. Que su fortuna no les sirva para otra cosa que no sea para esconder su soledad, como le pasa a la Vicepresidente condenada. La mayor organización mafiosa de la historia cayó vencida y aún le quedan 20 días para terminar de romper lo poco que hay en pie. Van a arrasar con todo, se van a llevar hasta las sillas de las oficinas estatales, cosa que está pasando en San Juan. Pero tendrán que correr como lo hizo anoche quien pretendía gobernar. Massa pierde y sale diciendo ¨Mañana todo es responsabilidad del ganador¨ y debe seguir hasta el 10 de diciembre. Luego el mafioso candidato grita ¨No los voy a dejar solos¨y a los diez minutos presenta la renuncia. Así demuestra quién es él y todos sus lamebotas.
Deseo desde mi corazón no verlos más, ni escuchar su malintencionado lenguaje inclusivo, sus puestas en escena, sus relatos convirtiendo la mentira en verdad, sus obras públicas faraónicas de dudosa honestidad y la gente sin hogar digno. Que desaparezcan ya sus representantes mediáticos y artísticos en los medios porteños que los pueblerinos consumimos como imbéciles. Chau a los Rial, a los Echarry-Dupla, los Bonelli, los Romano, los Brancatelli, Los Brieva, los Tinelli, las madres y las abuelas, los alaridos de L-Gante, Moria, Laly, Baby y los borregos copiadores sanjuaninos también.
Espero que haya ganado la vida, el orden, las tradiciones, la seguridad, la reivindicación de las fuerzas y de la familia, que a los chicos el sistema educativo los prepare de verdad en el pensamiento y sean libres de doctrinas impuestas. Que vaya directo a las soluciones y sin gradualismo porque no damos más, que haga una reforma fenomenal. No recesiva sino expansiva. Que los gobernadores de provincias, y miembros de ambas cámaras entiendan que aún siendo mayoría, la autoridad máxima, la chequera y la lapicera las tiene el Presidente. Y que cumpla con su anuncio de no adhesión a la Agenda 2030.
Que Milei no sea un fraude más, que sea humilde y firme a la vez. Que no se olvide de Dios, que es fuente de toda razón y justicia. Que empiece por ahí. Quiero un poco más de vida para disfrutar lo que me quede, en libertad.
