Consultado sobre si el FMI seguiría apoyando a la Argentina si se aplica una dolarización, expresó que «algo muy importante para nosotros es que lo que uno haga en el mundo monetario cambiario no sustituye lo que es necesario hacer en el mundo fiscal».
Esta parte, continuó Valdés, «requiere un esfuerzo enorme de los países y siempre uno entiende que el corto plazo y el largo plazo están en tensión».
«Pero aquí no hay sustituto para lo fiscal. Todos los países requieren una política fiscal sostenible que lleve a tener deudas no demasiado altas, y dolarizar o no dolarizar no sustituye esa tarea», completó el economista chileno, quien se desempeña en su cargo en el FMI desde marzo de 2023.
Asimismo, manifestó que una eventual dolarización no necesariamente es algo malo para un país que tiene un acuerdo con el FMI.
«El programa del señor Milei implica la dolarización y eso no implica no tener un programa con el FMI», dijo.
En este sentido, Valdés citó el caso de Ecuador, un país dolarizado con el que el FMI tiene un acuerdo que, dijo, «fue muy exitoso».
Sin embargo, expresó que para el organismo de crédito multilateral «es central reconocer la forma que organiza un país su política monetaria, su política cambiaria, temas que son de plena soberanía».
«Lo que sí nos interesa es que estén las bases macroeconómicas para que esos sistemas funcionen en el largo plazo y que cuando haya cambios la transición mantenga la estabilidad», completó.
La Argentina mantiene un programa de créditos con el FMI por 45 mil millones de dólares heredado de la gestión de Mauricio Macri, y el programa de refinanciamiento de este préstamo fue suscripto en 2022 , durante el gobierno de Alberto Fernández.
En agosto de 2023 fueron reformuladas las metas a raíz de la sequía que padeció el país y que afectó la cuenta de reservas.
A la fecha, el país recibió desembolsos por 36 mil millones de dólares del programa que básicamente sirve para repagar los vencimientos del programa anterior.
El plan pactado con el FMI requiere de una nueva revisión en noviembre próximo, tras las elecciones presidenciales en la Argentina, para activar un nuevo desembolso de cerca de 3 mil millones de dólares.