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Pedro Castillo defraudó las esperanzas de muchos en el Perú

Las ilusiones de que un hombre del pueblo cambiara la política en Perú fueron defraudadas, pero "el rechazo al Congreso es incluso mayor que al depuesto presidente", dice la prensa en alemán, que analiza la crisis.

El diario Die tageszeitung, de Berlín, analiza así la crisis de Peru provocada por el autogolpe de Castillo:

«El depuesto presidente de Perú, Pedro Castillo, otrora maestro de escuela rural de Tacabamba, encarnaba para muchos la esperanza de que un hombre del pueblo, políticamente impoluto, acabara con la camarilla política corrupta y elitista. Castillo fue un mal presidente. En lugar de impulsar las tan necesarias reformas, gobernó con la tradicional política clientelar y cayó bajo sospecha de corrupción.

El Congreso, que le era hostil, ha salido victorioso en la lucha por el poder. Por ahora. Sin embargo, la mayoría de los diputados no son ni un ápice mejores.

La destitución de Castillo es un síntoma de la permanente crisis política que vive Perú desde hace años. Desde entonces, muchos peruanos ya no pueden imaginar la democracia sin corrupción. El débil e incompetente Gobierno de Castillo ha reforzado esta dicotomía. Será difícil para la nueva presidenta, Dina Boluarte, superar la polarización política. Porque ella es, políticamente, una hoja en blanco y depende de un Congreso muy impopular. Unas nuevas elecciones legislativas y ejecutivas podrían aportar cierta estabilidad. Pero es dudoso que el Congreso las acepte. Perú necesitaría un reinicio político con reformas de la ley electoral y de la financiación de los partidos, con caras nuevas. Pero estos no están a la vista.»

En Perú, el apoyo a la democracia ha caído más que en otro país

Por su parte, el rotativo Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Francfort del Meno, comenta la crisis peruana con estas palabras: 

«El mandato de Castillo fue caótico desde el principio y estuvo marcado por una constante lucha de poder con el Congreso de la oposición. Durante su mandato, se cambiaron no menos de 80 puestos ministeriales, y Castillo se alejó cada vez más políticamente de su partido de izquierda radical, Perú Libre, para acercarse al centro, con el fin de no perder el apoyo del Congreso. De este modo, logró eludir dos mociones de destitución por ‘incapacidad moral’.

Ahora Dina Boluarte es la sexta jefa de Estado de Perú desde 2018. La Constitución peruana facilita que el Ejecutivo y el Legislativo disuelvan la otra institución. Alegando ‘incapacidad moral’, el Congreso puede iniciar un procedimiento de destitución contra el presidente de forma relativamente arbitraria. Esta lucha permanente entre los poderes legislativo y ejecutivo se ha endurecido en los últimos años, limitando la capacidad de cualquier presidente para gobernar.

La nueva presidenta del Perú levanta los brazos

Dina Boluarte, sucesora de Pedro Castillo en la presidencia del Perú

La nueva presidenta, Dina Boluarte, que debe dirigir el país hasta 2026, se enfrenta a la difícil tarea de construir una coalición que garantice su capacidad de gobierno. Boluarte pidió a las fuerzas políticas una ‘tregua’, diálogo y la mayor unidad posible.

Según las encuestas, el 80 por ciento de los peruanos rechaza el Congreso, incluso más que al depuesto presidente. La incapacidad de los políticos para encontrar soluciones a los problemas del país podría hacer que los peruanos pidan salvadores con más fuerza, incluso los que piensan mal de la democracia. Las encuestas muestran que el apoyo a la democracia ha disminuido más en Perú en los últimos años que en otros países de la región».

Sendas promesas no cumplidas

También el medio Neues Deutschlandde Berlín, profundizó en los hechos ocurridos en Perú esta semana: 

 «El nuevo presidente de Perú es, por primera vez, una mujer. Como vicepresidenta, Dina Boluarte ocupa el lugar de Pedro Castillo, destituido. ‘Si botan al presidente, me iré con él’, dijo Dina Boluarte el 7 de diciembre de 2021, cuando este se enfrentaba a su primer juicio político. Rompió la promesa. Es comprensible. Pedro Castillo, por su parte, declaró pocos meses después de asumir como presidente: ‘No más pobres en un país rico’. Tampoco cumplió.

Tras la disolusión del Congreso por orden de Castillo, Boluarte aseguró rechazar la decisión de provocar el colapso del orden constitucional disolviendo el Congreso. ‘Se trata de un golpe de Estado que agudiza la crisis política e institucional que la sociedad peruana debe superar en estricto apego a la ley’, escribió en Twitter. ‘Siempre he sido de izquierdas y seguiré siéndolo, pero de izquierdas democráticas y no totalitarias’, había afirmado Boluarteo. Boluarte tiene tan poca mayoría en el Congreso como Castillo. El Parlamento está dominado por las fuerzas de derecha y conservadoras. Boluarte lo tendrá difícil para resolver la profunda crisis política del país.»

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