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Aníbal Fernández contra «Chiqui» Tapia: «Me llamó para decirme que lo habíamos traicionado»

"Tapia me llamaba y me amenazaba con el primer tuit, que por supuesto me importó un carajo", dijo el ministro de Seguridad de la Nación.

Los masivos festejos por el título mundial logrado por la Selección argentina en el Mundial de Qatar presuponían una fiesta inolvidable que, finalmente, terminó de manera abrupta, sin que la gente pudiera ver a los héroes futbolísticos, y con polémica que llegó a los ámbitos políticos.

El titular de la AFA, Claudio «Chiqui» Tapia lanzó clara y contundente su crítica al Gobierno Nacional y al de la Ciudad de Buenos Aires y la respuesta de parte de la Administración de Alberto Fernández no se hizo esperar.

Así, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, recogió el guante y le contestó a Tapia el día después de los festejos junto a los campeones mundiales. «Tapia me llamó diciendo que lo habíamos traicionado», expresó en la puerta del Ministerio.

Sobre lo sucedido, dijo el ministro de Seguridad de la Nación en una entrevista radial: “Tomé la decisión de bajar allí y poner los helicópteros para sacar a los jugadores, que gustosamente subieron. Mientras Tapia me llamaba y me amenazaba con el primer tuit, que por supuesto me importó un carajo, nosotros ya sabíamos que Messi, De Paul y Di María estaban en el helicóptero H17 de la Policía Federal para que si no podían verlos, pudieran saludarlos”.

En la misma línea, aseguró que la coordinación del operativo de seguridad estuvo a cargo del Gobierno Nacional y negó la participación de su par de provincia, Sergio Berni.

«Berni no organizó nada», sentenció.

Además, reveló que desde Nación rechazaron desde un inicio la intención de pasar por el Obelisco debido al tráfico de gente que se encontraba en los alrededores. «La idea era nunca pasar por el Obelisco, no acompañábamos esa idea», planteó, y admitió que fue decisión suya el tan cuestionado descenso desde los helicópteros que transportaban a los campeones mundiales a la escuela de cadetes.

Las razones del ministro

«Fui yo a hablar con Tapia a decirle que de ninguna manera íbamos a acompañar la ida al Obelisco porque se iban a quedar a vivir», indicó Aníbal Fernández, quien admitió que fue decisión suya el descenso de los helicópteros que transportaban a los campeones mundiales en la Escuela de Cadetes.

«Traté de explicar lo inexplicable, pero no entraba en razones. Nuestra vocación fue cuidar a los jugadores, cualquiera que quisiera acercarse podía traernos dolores de cabeza. En el lugar donde estaban parados, meterse en General Paz era impensado», afirmó Fernández y continuó: «Lo que decidí, y me hago cargo, fue bajar en la Escuela de Cadetes y hacer el cambio de helicópteros.
Cuando entendimos que no se podía avanzar, tomamos la decisión de poner los helicópteros para que puedan saludar a todo el pueblo y los llevamos a Ezeiza».
Para el ministro, el operativo de seguridad funcionó dado que no se registraron «situaciones de violencia institucional, muertes ni complicaciones de otras características». «Estuvimos planificando durante todo el lunes para ver cómo se podía hacer. Buscamos la forma de seguir avanzando, pero las cosas se complicaron cada vez más porque era cada vez más gente», reiteró.

Por último, contó que autoridades de la AFA le comentaron que el plantel campeón tenía ganas de sacarse la foto en el histórico balcón de Casa Rosada, pero que no pudo llevarse adelante por cuestiones prácticas, y descartó presiones del presidente Alberto Fernández.

«Varios nos hicieron llegar, inclusive de AFA, que querían ir (a Casa Rosada), y que algunos de ellos cuando los llevábamos a Ezeiza decían que no descartaban volver a Casa de Gobierno», concluyó el funcionario del entorno del mandatario.

 

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