El cura villero Charly Olivero visitó la Dirección de Abordaje Integral de las Adicciones
Acompañado por el juez de Cámara Civil Dr. Roberto Pagés, ambos brindaron una charla a los chicos que se encuentran haciendo tratamiento en residencias, con motivo de tener un acercamiento y trasmitir experiencias para dejar un mensaje motivacional.
El padre Charly Olivero, quien trabaja actualmente con Sedronar en Buenos Aires con distintas comunidades terapéuticas en el área de adicciones, visitó la Dirección de Abordaje Integral de las Adicciones junto al juez de Cámara Civil Dr. Roberto Pagés. El compromiso del padre Charly junto a los “villeros” comienza con la fundación del Hogar de Cristo, un centro para jóvenes en dificultades que fue inaugurado en el año 2008 por el entonces arzobispo de Buenos Aires, Mario Bergoglio.
Los curas villeros históricamente son lo que inician las comunidades terapéuticas, alojando a las personas con consumos problemáticos y comenzando a realizar tratamientos en residencias.
El espíritu de colaboración entre las instituciones y las comunidades está dando sus frutos, asegura el padre Charly: «Por supuesto, la institución es necesaria, pero más importante aún es la comunidad que genera vínculos y construye sus respuestas. La institución trabaja junto con la comunidad proporcionando respuestas específicas».
Esta es también la «pedagogía de la presencia», como la llama el padre Charly: un método que se deriva del mandato recibido del Papa Francisco y que puede resumirse en «recibir la vida tal como viene, acompañándola «cuerpo a cuerpo,» «porque cada vida es diferente. Un método, basado en el compartir, lo que se vive en una comunidad, y que revela con el tiempo el plan que el Padre ha establecido para cada persona.
El Dr. Pagés, quien preside la Asociación Argentina de Justicia Terapéutica, habló sobre el concepto de este sistema alternativo de resolución de conflictos, que interviene con personas que cometen delitos bajo influencia de drogas. Según palabras citadas del juez: «En este tipo de problemas, no hay que mirar solamente la parte punitiva, sino ver cómo rescatar al ser humano que tiene un problema para que se reintegre».
En un principio se pretende solucionar el conflicto que parece un procedimiento jurídico penal, pero en definitiva apunta a un nivel personal, familiar y social con la posibilidad de rehabilitarse y evitar condenas de reclusión.
En distintos lugares del mundo y del país, hace tiempo comenzaron a aplicarse alternativas de Justicia Terapéutica para la reinserción de personas que delinquieron por problemas de adicciones, esta nueva corriente no deja de demostrar excelentes resultados generando miembros productivos de la sociedad. Este sistema realza lo humano, permite la rehabilitación y reinserción social que sobre todo busca mejorar la calidad de vida de las personas que atraviesan consumos problemáticos.
