El CISEM realiza una academia en Gestión de crisis telefónica y suicidología
Cerca de 300 personas, entre operadores civiles y efectivos policiales de la institución, son parte de estos cinco días de capacitación.
El gabinete psicológico del CISEM 911, durante toda esta semana, lleva adelante una serie de capacitaciones para su personal, denominada «Gestión de crisis telefónica y suicidología» con el objetivo de profundizar conceptos y perfeccionar la atención de emergencias en intervención de crisis emocionales.
El director del CISEM 911, Emanuel Tores, señaló que los ciudadanos pueden acudir a la línea telefónica del 911 las 24 horas de los 365 días del año, en cualquier momento, de forma gratuita e inmediata. El CISEM 911 y la Dirección de Telecomunicaciones y Emergencias Policiales cuentan con un equipo de profesionales capacitados y con un Gabinete Psicológico permanente.
La intervención en crisis vitales y emocionales, alivia el sufrimiento y el malestar. Lo central es ser capaz de transmitir al otro que allí hay un ser humano que lo está comprendiendo, hacerle sentir que no está sola. Un llamado telefónico en el momento indicado salva vidas.
La línea 911 recepciona todas las llamadas de emergencias de la Provincia de San Juan. Pero la atención telefónica va más allá de la coordinación de respuestas ante una situación que requiere actuación inmediata y que pone en riesgo la vida, estabilidad y/o seguridad de la persona.
De acuerdo a lo indicado por la oficial subinspectora Lic. Vanesa Sedeño, a cargo del gabinete psicológico “hay personas que se comunican buscando escucha y compañía ante su malestar. El poder poner en palabras la tristeza, angustia, temores, permite trasladar, de alguna manera, el sufrimiento a otro y organizarlo de a poco, al ser dichos, van cobrando sentido” y agregó que “el propósito nuestro es permitir catarsis, brindar información, contención y asesoramiento”.
La Oficial Subinspectora explicó que “la atención telefónica del 911 pone en valor el poder transformador de la palabra y de la escucha, de la conversación, la cual permite ayudar a un otro. Lo que se intenta es ayudar a la persona en el mismo momento en que se está atravesando una crisis. Las intervenciones van dirigidas a lograr el restablecimiento de la persona para que pueda manifestar los datos necesarios para poder enviar ayuda al lugar, brindarle contención, herramientas y asesoramiento”.
En el CISEM 911 se capacita al personal de manera permanente, y particularmente sobre esta capacitación, indicó Sedeño, se profundizan los conceptos en cuanto a la intervención en crisis vitales y emocionales que permiten que “la persona se mantenga en línea, establecer contacto, para de a poco ir viendo hacia dónde se puede ir, qué herramientas tiene, qué se puede hacer con esa situación, en dónde se encuentra, con quién, cómo se siente, si hizo o piensa hacer algo”.
En esta capacitación se refuerza la noción básica que indica que “la intervención telefónica va dirigida a apoyar y tranquilizar a la persona, lograr que pueda calmarse para brindar datos necesarios, porque en un momento de crisis la persona suele encontrarse desorganizada ya que la tensión la ha invadido, entonces no ve nada, no entiende nada, no sabe para dónde ir. Se trata de propiciar una situación de seguridad que permita la exploración y el desahogo e implementar medidas de protección”.
El 911 ayuda a personas a buscar alternativas a través de la escucha atenta y de un diálogo profesional. Se trata de acompañar a quien llama. La escucha es indispensable y las líneas telefónicas de atención son herramientas fundamentales para acompañar a las personas en esos momentos desesperantes.
La Lic. Sedeño manifestó que durante la capacitación se hace hincapié en que, en los casos de ideación suicida, al tiempo que están presentes estos pensamientos, están presentes las ganas de vivir “frecuentemente la persona que llama está en una condición de apertura, por el hecho de que está buscando una salida, y a la vez se siente vulnerable. Lo que realmente actúa como bálsamo es escuchar su propia voz y verbalizar aquello que le angustia”.
Y resaltó que “contrariamente a lo establecido en la creencia popular, hablar del suicidio no provoca actos de autolesión, por el contrario, les permite hablar acerca de las conflictivas internas y externas, así como también la ambivalencia con la que están enfrentando dichas problemáticas. De esta manera se busca que la persona pueda percibir y predisponerse a recibir una posible ayuda para así aliviar al menos momentáneamente la tensión psíquica”.