San Martín (SJ) se vino sin nada de Alta Córdoba ante un Instituto que no afloja su paso en el torneo
En Instituto la sensación es generalizada: el equipo que conduce Lucas Bovaglio estaba ante un domingo y un partido que podía ser bisagra, clave. Y el equipo lo tomó de esa manera. Así, la Gloria logró reponerse de un comienzo de partido complicando ante San Martín de San Juan, por la fecha 23 de la Primera Nacional 2022, y terminó celebrando un triunfo por 2-1 que le permite bajar a un rival que venía en alza, ratificar que está para pelear arriba y certificar que Alta Córdoba es un terruño que le sienta muy bien.
EL PARTIDO
Venía siendo superior Instituto en el inicio del partido, buscando el protagonismo. Pero a los 14 minutos, un disparo desde fuera del área de Martín Rivero fue mal controlado por Jorge Carranza. Al “Loco” se le escapó la pelota y fue el 1-0 para San Martín.
A los 28, con una pelota parada, Instituto llegó con peligro. El centro fue cabeceado por Graciani y la pelota pegó en el travesaño. Y tuvo otras más la Gloria. Una media chilena de Monje y una trepada de Cerato, que hizo trabajar al arquero Avellaneda.
Pero llegó el merecido empate. A los 32, demostró que había asimilado el golpe del gol de San Martín y un centro de Graciani fue cabeceado por Franco Watson que, como un número “9″, ganó en el corazón del área y puso el 1-1.
Instituto tuvo alguna más, pero le faltó “punch” para definir. Pero en el final del primer tiempo el dueño de casa se quedó con uno menos. Gabriel Graciani levantó de más la pierna y terminó impactando en el rostro de un jugador de San Martín.
EL SEGUNDO TIEMPO
En el complemento, Instituto probó cambios obligados por la expulsión de Graciani: salieron Franco Watson y Santiago Rodríguez, para que ingresaran Gregorio Rodríguez y Nicolás Watson). Pero a los 9 minutos Alejandro Molina equiparó las cosas. Cruzó con fuerte falta a Cerato y sumó su segunda amarilla, por lo que ambos equipos quedaron con 10 jugadores.
Instituto salió con todo y a los 14 vino el 2-1. Un centro de Monje fue cabeceado involuntariamente por Bottinelli contra su arco, fue autogol y la Gloria que lo daba vuelta.
A los 16, un córner fue cabeceado por Cucchi, pero Giménez la sacó sobre la línea. Si era gol, casi que liquidaba el partido.
Después, al partido le faltaron emociones. El dueño de casa hizo todo para que los minutos fueran corriendo y que las acciones no se desarrollaran cerca del arco de Carranza. Así, terminó ganando sin sufrir y la fiesta que fueron las tribunas tuvieron su “moño” con el octavo triunfo en casa, en 11 presentaciones. Instituto, invicto en casa, sigue dando pelea arriba en esta Primera Nacional. (La Voz)
