Elon Musk creó la mejor internet del mundo: cómo funciona y cuándo llega a Argentina
Cómo funcionan la constelación de satélites de Starlink, la compañía creada por el multimillonario Elon Musk, dónde están ubicados y cuándo podrá comenzar a usarse el servicio de internet satelital.
Starlink, el servicio de internet de banda ancha de órbita baja de SpaceX, la compañía aeroespacial privada del millonario Elon Musk, ya puso en órbita un total de 2.000.
El primer lanzamiento se concretó en 2019 y desde entonces, la firma no para de enviar sus satélites al espacio. No obstante, Musk necesita lanzar varios miles más para ofrecer internet de banda ancha con alcance mundial. Puntualmente, SpaceX quiere tener un total de 10.000 satélites en el espacio exterior y aspira a ofrecer velocidades ultrarrápidas de internet de hasta 1 gbit/s, con latencias entre 25 ms y 35 ms.
Para poder brindar este servicio de internet satelital, los equipos tienen en su interior procesadores y núcleos Cortex A53 -fabricados por la multinacional ARM- que transmiten y reciben señales de otros satélites para mantener estable la conexión; y un router wifi que se encarga de establecer la cobertura de los usuarios. Sin estas dos características, la red Starlink no podría ser escalable, señalan desde la compañía.
Estos satélites pequeños fueron creados para girar por la órbita terrestre baja y se conocen en inglés como «Low Earth Orbit» o por sus siglas «LEO». Se trata de satélites que cubren de norte a sur siguiendo la rotación de la Tierra y se posicionan cerca de la órbita ya que a mayor cercanía, mejor será la calidad del servicio de internet y el láser que usan para comunicarse entre ellos y con las centrales de la empresa funcionará aún mejor.
Los satélites Starlink usan el sistema operativo Linux y cada lanzamiento de 60 satélites contiene más de 4.000 computadoras con este sistema operativo. El software se actualiza una vez a la semana y los desarrolladores de SpaceX todos los días experimentan y agregan implementaciones de prueba. Además, los satélites pueden comunicarse entre sí y enviarse información mutuamente gracias a terminales láser, una tecnología de transmisión de datos que funciona de manera autónoma.
La nube de Microsoft, Azure, conecta los satélites al almacenamiento en la nube y allí guarda los cinco terabytes de datos al día que generan estos equipos.
Antes, los satélites Starlink eran fabricados con compuestos de fibra de carbono, sin embargo, Musk cambió el material a acero inoxidable y explicó el por qué de esta decisión: «Fabricar satélites de acero inoxidable es barato y también es rápido, pero no son los más livianos». Además, este material es resistente a las temperaturas del espacio exterior.
Fuente: cronista.com