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Un cura desplazado por sus inclinaciones, un profesor preso y absuelto y ahora el catequista

El colegio religioso Santa Teresita del Niño Jesús cerró sus puertas. La Justicia hoy dictó prisión preventiva para el catequista denunciado por abuso sexual a una alumna de 5 años de edad.

El colegio religioso Santa Teresita del Niño Jesús del Barrio Güemes en Rawson, administrado por el contador José Luis Oribe, atraviesa horas críticas al punto de haber decidido temporalmente cerrar sus puertas además de suspender todas las actividades. Es que el escándalo los asecha una y otra vez.

Esta mañana el colegio volvió a ser noticia cuando la Justicia decidió trasladar al Penal de Chimbas al catequista de ese colegio, Cristian Guillen de 32 años de edad. Sobre el docente pesan al menos 5 denuncias por presunto abuso sexual y una de ellas se perfila aberrante según expedientes judiciales a los que este diario pudo acceder.

Del relato de la menor en cuestión y presunta víctima de Guillen, se encuadra para el Ministerio Público Fiscal, un presunto abuso sexual gravemente ultrajante. Las acciones que agravan el delito refieren a una posible penetración además de la condición de educador del catequista que se relacionaba en distintos colegios religiosos con no menos de 200 alumnos. Entre los establecimientos escolares figura también el colegio Nuestra Señora del Tulum que depende de la Universidad Católica de Cuyo.

Pero la historia no termina allí si se abren los archivos, En el mismo colegio de Rawson, la denuncia de una madre de similares características, terminó por encarcelar por casi un año y medio a un docente que terminó absuelto por la Justicia. No hace 3 años años el cura párroco Pepe Ortega era desplazado por la autoridad eclesiástica del colegio por sus inclinaciones que hacían incompatibles sus labores frente al colegio donde asisten menores de edad. 

Misma suerte corrió para Guillen que, aunque ya preso en la cárcel Chimbas, un comunicado pegado en la puerta del colegio informa su desplazamiento. 

Pero en las últimas horas y según dejó saber una de las madres del colegio hay diferencias respecto de la suspensión de actividades. «Les comento que vengo de la Comisaría de denunciar lo que ocurrió ayer (por el viernes pasado). Quiero seguridad para mis hijos frente a esos padres agresores que creen de manera equivocada que apoyo al catequista por querer enviar a mis chicos a la escuela, mis hijos necesitan estudiar». 

El viernes pasado y tras conocerse las denuncias de presunto abuso, un grupo de padres intentó ingresar por la fuerza al colegio con el fin de obtener respuestas del administrador José Luis Oribe quien hasta el momento no se pronunció como así tampoco lo hizo la Iglesia y demás autoridades escolares.

Mientras tanto hay guardia policial de 24 horas en el colegio y se analiza la posibilidad de clases virtuales a partir de mañana martes. A las denuncias por los disturbios se sumó el nuevo cura párroco, docentes de la escuela y padres. Expresamente solicitan que la familia denunciante no pueda acercarse al colegio como así también aquellos padres que protagonizaron disturbios en el establecimiento educativo.          

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