Valheim: de qué se trata el nuevo fenómeno de Steam y Twitch

El gaming tiene un nuevo niño mimado, y sorpresivamente se trata de un juego que ni siquiera está terminado. Desde su lanzamiento a comienzos de febrero Valheim, el proyecto del estudio Iron Gate, explotó en Steam y las plataformas de streaming, superando las dos millones de copias vendidas y rompiendo récords de audiencia y jugadores simultáneos.

Valheim es un juego de supervivencia en un mundo abierto que sigue los pasos de títulos populares como DayZ o The Forest, con un sistema de progresión similar a Terraria, por ejemplo, en el que los jugadores deben explorar su entorno para obtener los recursos y experiencia que les permitan llegar a los lugares más recónditos del mapa.

Como su nombre lo indica, el juego está fuertemente influenciado por la mitología vikinga, y ahí radica uno de sus principales atractivos. Mientras que otros juegos de supervivencia apelan al apocalípsis como escenario, Valheim combina una ambientación atractiva y muy de moda con sistemas familiares de recolección, construcción y combate.

Donde la propuesta de Iron Gate triunfa también es en su aproximación al género: mientras que otros juegos, como Rust o Ark: Survival Evolved, son muy punitorios, Valheim puede definirse como una “supervivencia light”. Si bien es necesario tener el ojo puesto en factores como el hambre o el frío, hay abundantes recursos para satisfacer las necesidades del personaje; y obtener lo necesario para fabricar herramientas básicas y construir un primer campamento es muy sencillo.

Valheim pone el foco y la dificultad en los enemigos que habitan su vasto mundo, y no en el impacto del mundo en sí. Y al ser una experiencia principalmente PvE (player versus environment o “jugador contra el mundo”) y no promover el enfrentamiento entre jugadores sino más bien la cooperación, hay una cierta sensación de seguridad al cruzarse con otros usuarios. Además el juego permite compartir partida con hasta nueve amigos, convirtiéndolo en una experiencia ideal para grupos grandes.

A tono con la fortaleza del juego, el equipo de Iron Gate desarrolló un sistema de combate mucho más profundo que en otros juegos del estilo. Hay una buena variedad de armas con diferente alcance, movimiento de evasión y hasta la posibilidad de utilizar el entorno a nuestro favor — haciendo caer árboles sobre los enemigos, por ejemplo.

Valheim también introduce un ligero componente narrativo, para darle a los jugadores un objetivo mayor. Hay cinco grandes jefes que cazar, ubicados en diferentes regiones y a los que es necesario invocar después de hallarlos leyendo runas distribuidas por el mundo. Son combates duros pero que le dan al jugador una razón de peso para seguir desarrollando y evolucionando el personaje.

Pero sin dudas el mayor atractivo del juego es su rejugabilidad. Como Minecraft y tantos otros títulos, cada partida de Valheim es diferente porque el mapa se genera de manera aleatoria, lo que significa que cada mundo esconde sus propios secretos, desde nuevos materiales y herramientas hasta criaturas legendarias, y ofrece una sensación de descubrimiento y misterio constante.

Todas las partidas comienzan en una pradera, un área que funciona casi a modo de tutorial, con enemigos de bajo nivel y abundancia de recursos. Una vez instalados y asentados, los jugadores están listos y equipados para explorar el resto del mundo, ya sean las heladas montañas o la costa, donde podrán fabricar un pequeño muelle y un navío para lanzarse al mar y visitar las varias islas que rodean el mapa.

En resumen, Valheim es una novedosa experiencia de supervivencia que es atractiva tanto para los amantes del género como para aquellos que siempre lo sintieron demasiado duro y comprometido. Funciona bien, es divertido para jugar en compañía, y está en constante evolución. No puede fallar.

Valheim se consigue en Steam por 371 pesos (con impuestos).