El Presidente le hace un guiño a los gobernadores y habilita el debate para suspender las primarias
Incluyó el proyecto en las extraordinarias. Máximo está en contra y lo canjeó en diciembre. La promoción de los biocombustibles seguirá freezada y sacan del cajón el pliego de Pesce en el Central.
Alberto Fernández firmó a última hora del viernes un decreto para ampliar el temario de sesiones extraordinarias y habilitó el debate de cualquier proyecto sobre «el calendario electoral 2021», entre ellos el presentado por diputados cercanos a los gobernadores que propone suspender las primarias este año.
Por decisión de Máximo Kirchner no fue tratado en diciembre, cuando los legisladores aún podían definir la agenda parlamentaria a gusto y se resiste a eliminar la votación de agosto porque le permitiría promover a sus candidatos en la provincia de Buenos Aires, donde aspira a disputar varias intendencias en 2023.
El jefe del oficialismo en Diputados ahora deberá dirimir su postura puertas adentro de su bloque y no tendrá como árbitro al presidente, quien nunca se pronunció sobre el tema y se limitó a decir que debe a resolverlo el Congreso.
La suspensión de las primarias es rechazada por Cambiemos pero tiene respaldo de los partidos provinciales, por lo que si el Frente de Todos no tuviera fisuras la sancionaría de plumazo. Pero por ahora las tiene.
El cronograma electoral está a cargo de la Dirección Nacional Electoral, que se encuentra bajo la órbita del ministro del Interior Eduardo De Pedro, quien puso reparos cada vez que los gobernadores le propusieron votar una sola vez en 2021. Si se abren las urnas en agosto, como por ahora está previsto, en abril deberá tener listos los padrones definitivos.
El decreto de Alberto permite tratar además el proyecto que suspende temporalmente la aplicación de las causales de caducidad a los partidos de todo el país que vieron afectadas las posibilidades de cumplir con los requisitos establecidos por la ley, debido a las complicaciones ocasionadas por la pandemia.
Algunos funcionarios lo interpretaron como una confirmación de que habrá primarias, pero el presidente no quiso ser acusado de frenar el debate y así los gobernadores tendrán la chance de hacer sus propias gestiones parlamentarias.
El proyecto que promueven tuvo su génesis en la persona del sanjuanino Uñac, y ahora fue presentado por Pablo Yedlin, tucumano y leal al gobernador Juan Manzur, propone suspender las primarias únicamente en 2021 y fue girado a las comisiones de Asuntos Constitucionales y Legislación general, presididas por el kirchnerista Pablo González (quien renunciaría para asumir la dirección de YPF) y Cecilia Moreau, cercana a Sergio Massa.
Si bien el tigrense estaría a favor de postergar la votación de agosto, Moreau, que además es vicejefa del bloque, por pedido de Máximo fue la encargada de anunciar que el proyecto que así lo propone no se trataría en diciembre.
El decreto incluyó además el tratamiento de pliegos para las autoridades del Banco Central, cajoneados este año en la Comisión de Acuerdos del Senado, presidida por la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti. Nunca puso a consideración ni el del presidente de la entidad, Miguel Pesce; ni el de sus directores, entre los que ya no está Carlos Hourbeigt, cercano a Roberto Lavagna, en la mira del Ejecutivo por la falta de colaboración de sus diputados para aprobar leyes claves.
Alberto también sumó a la ampliación del temario de extraordinarias proyectos para la implementación del código procesal penal, sin especificar cuales; planes de obra pública y cualquier tema referido a la emergencia sanitaria. Además de un convenio internacional sobre desechos peligrosos y una ley para promover el empleo en personas travestis, transexuales y transgénero.
Pero no incluyó la extensión de los beneficios a los biocombustibles, aprobada en el Senado, reclamada por las provincias productoras de biodisel y bioetanol, que había sido prometida por Massa para una sesión que iba a realizarse el último miércoles y fue suspendida. El lobby de las provincias petroleras logró torcer al presidente.
Para retomar la actividad en la Cámara baja se debe extender el protocolo de sesiones remotas, que fue prorrogado hasta el 31 de diciembre con la única autorización para votar por internet a los diputados mayores de 60 años o a quienes tengan enfermedades prexistentes.
Massa propuso reeditarlo hasta el 12 de febrero y consiguió la firma de todos los bloques opositores a excepción de Cambiemos, que exige limitar el temario a proyectos de consenso pleno. En ningún caso podría incluirse la reforma del Ministerio Público o del sistema federal de justicia, incorporados al listado de temas original enviado por el presidente para discutir antes del 1 de marzo.
Las autoridades de la UCR, el PRO y la Coalición Cívica aseguran que el protocolo debe aprobarse por unanimidad y amenazan con volver a impedir la sesión, como ya hicieron septiembre. En el oficialismo recuerdan que hay fallos de primera y segunda instancia que le permiten avalarlo con una mayoría simple que ya consiguieron con los bloques chicos. Y se preparan para resistir.