San Juan

Sanjuaninos estafados por casi 1 millón de pesos en la cuarentena

Los engaños fueron vía telefónica. El 95% cayó por el IFE. Desde la Policía advierten que para cobrar cualquier beneficio otorgado por el gobierno no hay llamada telefónica de por medio.

«Señora su hijo se accidentó y necesita comprar ya una prótesis para no quedar inválido», «Le acreditaron el IFE y para poder cobrarlo necesita depositar 5 mil pesos en una CBU que le voy a pasar». Estos son algunos de los cuentos que los sanjuaninos a diario reciben vía telefónica de delincuentes y bandas organizadas que se dedican a estafar. Las llamadas telefónicas mayormente provienen de las provincias de Córdoba y Buenos Aires, las hacen desde las cárceles.

Así y durante los meses de marzo, abril y mayo estas bandas criminales lograron hacerse de 960 mil pesos a sanjuaninos. Según datos proporcionados a Estación Claridad, en marzo se concretaron 7 llamadas telefónicas que lograron estafar por 180 mil pesos. Por estas llamadas hay 4 personas identificadas de las provincias de Córdoba y Buenos Aires.

En abril se abrieron 26 causas penales por estafas que ascendieron a los 400 mil pesos logrando identificar a 18 personas sobre quienes ya se cursa el pedido de detención. Mientras que en mayo la suma de las estafas telefónicas que los delincuentes lograron con éxito llegó a recaudar los 380 mil pesos.

El 95% de las llamadas fueron por el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) el bono de 10 mil pesos que el gobierno nacional paga a la fracción más vulnerable del país golpeada por la recesión de la cuarentena.

La modalidad es simple. El preso ya tiene una serie de números de teléfono a los que llama haciéndose pasar por escribano público, agente bancario y/o funcionario de ANSES entre otros. Intentan persuadir con nombres falsos y números de matrícula inexistentes para darle credibilidad a la llamada. Todo es mentira y nadie se identifica con su verdadero nombre. El dato importante es que no saben la identidad de quien recibe la llamada por lo que intentan inducir a que uno termine por develar su identidad y así generar la confianza que necesita el delincuente para llegar a su cometido. El fin es que el engañado vaya hasta el banco y deposite una suma de dinero convenida en la llamada telefónica a una CBU. El dinero terminará en la cuenta bancaria de algún familiar del delincuente que realizó la llamada telefónica. Así es que estos presidiarios lograron hacerse de casi un millón de pesos en menos de 3 meses.   

Frente a la necesidad económica en la población a raíz de la pandemia por el Covid-19, las autoridades policiales explicaron a Estación Claridad que «se aprovechan de las circunstancias imperantes teniendo un aliado a su favor, el estado anímico negativo de la población debido a la depresión económica». Así lo expresó el subcomisario Demterio Yllanez a cargo de la División Defraudaciones y Estafas de la provincia de San Juan.        

 

 

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