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La historia de Frida, la cantante de ABBA, que nació tras un experimento nazi

Anni-Frid Lyngstad, integrante de ABBA, nació como producto de la “Lebensborn”, el programa que alentaba la procreación de personas arias.

Son pocas las bandas que, al día de hoy, se mantienen tan vigentes como en su “época de gloria”. Para el grupo sueco, ABBA, esos años fueron en los 70. Pero, con musicales como “Mamma Mia!” o las películas estrenadas en cine recientemente, los hits siguen escuchándose tanto como en ese entonces. Y como toda mítica banda, también tiene algunas historias detrás que no muchos conocen.

Una de estas es la increíble historia de la cantante Anni-Frid Lyngstad. Conocida como “Frida” por sus fanáticos, nació en Noruega en noviembre de 1945 como producto de un programa nazi. Este consistía en alentar la procreación de hijos entre soldados alemanes y mujeres pertenecientes a las razas “superiores”, según lo consideraba Hitler.

Heinrich Himmler, lider de la SS (cuerpo de combate de élite de Alemania) y uno de los principales responsables del Holocausto, creó el programa en 1935. Lo bautizó “Lebensborn”, que significa “Fuente de vida”. El objetivo inicial era revertir la caída en la taza de natalidad de la nación. Sin embargo, con el avance de las tropas nazis en los distintos países de Europa, los métodos se fueron ampliando.

Cuando se expandían a otros territorios, los soldados traían hijos de mujeres que tenían los rasgos “arios”. En una guardería, los atendían y cuidaban. Las madres eran obligadas a participar o cedían a sus hijos a cambio de una compensación económica. 

El programa tenía como objetivo inicial revertir la caída de la taza de natalidad alemana. (Foto: History Collection).

En sus comienzos, la iniciativa solo promovía la “producción” de hijos de oficiales nazis de alto rango. Pero con el tiempo se incluyó también a los soldados comunes. Fue allí que el sargento de 24 años Alfred Haase, estacionado en Noruega, que conoció a Synni Lyngstad, de 18. Si bien no lo necesitaba, Haase le regaló una bolsa de papas a Sinny y la conquistó. Tuvieron una sincera relación de varios meses. En 1945, el general tuvo que regresar a su país, dejando a la mujer embarazada de “Frida”.

Una vez concluida la guerra y conocidos los horrores perpetrados por los nazis, Sinny fue repudiada y maltratada por sus vecinos. Con la bebé recién nacida y su madre, marchó a Suecia. Sinny murió unos pocos años después dejando en cuidado de su abuela a quien sería una de las integrantes del grupo sueco más exitoso de todos los tiempos.

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