Sanjuaninos repatriados pagarán hasta 36 mil pesos por una habitación en un hotel céntrico

Estación Claridad constató el cumplimiento estricto del decreto provincial que ordena gastos de estadía a cargo de quienes viajaron al exterior sabiendo con antelación que el Covid – 19 había sido declarado Pandemia. El Estado provincial se cercioró que ninguno de esos viajes fue por razones de fuerza mayor sino por el contrario, de placer.

Así las cosas el primer mandatario se despachó con la medida que fue bien vista por la mayoría de la opinión pública. De esta manera se ordenó a algunos hoteles de la Ciudad de San Juan que cierren sus puertas al huésped común y se predispongan específicamente atender a los sanjuaninos que llegaron a la provincia en medio de la Pandemia que hasta hoy causó más de 17 mil muertes en 185 países.  

Los arribos fueron estrictamente controlados en la Terminal de Omnibus. Cumplido ese proceso a cargo de las autoridades sanitarias, el destino ya se había establecido.

En el hotel “Angelus”, ubicado en inmediaciones de avenida España y Santa Fe, se alojan 10 sanjuaninos que estuvieron en países donde el virus se propaga de manera “aterradora” según consignó este martes la jeja de Epidemiología Mónica Jofré.

En ese mismo hotel se activó el protocolo por el Coronavirus la semana pasada. Es que un norteamericano y un inglés alojados allí, llegaron a la provincia y sin reparo alguno violaron la cuarentena obligatoria.

En el hotel “Cívico” frente al Centro Cívico se alojan cerca de 38 sanjuaninos que también viajaron al exterior y pretendieron cumplir la cuarentena en sus domicilios particulares.

Otro de los hoteles fueron el Albertina, ex Capayán y Del Bono Suite ambos ubicados en calle Mitre. En este último que pertenece al grupo empresario que regentea en San Juan los casinos, se alojan 29 sanjuaninos. Estos últimos provienen de Cancún (México), Chile y Australia.

Torpe

Sentado en un banquito y una mesa en la puerta del hotel Del Bono Suite, un civil encargado de la seguridad del hotel que, según fuentes policiales trascendió que es de apellido Gramajo, se molestó sorpresivamente con la presencia de un medio de comunicación radial.

Ello ocurrió cuando el cronista de exteriores de la emisora Estación Claridad fotografió el frente del hotel en cuestión para dejar saber a la opinión pública de qué manera se disponen los operativos de seguridad en este tipo de recintos celosamente custodiados por las fuerzas de seguridad. Sin identificarse abordó de manera grotesca al trabajador de prensa y cuestionó el hecho de fotografiar desde la vía pública el frente del hotel. Inclusive y con tono amenazador, advirtió que iba a dar la “orden” de llamar a un móvil policial pasando por encima en autoridad a una oficial y una agente de la Policía de la provincia encargadas de hacer cumplir a los huéspedes la cuarentena obligatoria. Desconociendo toda norma legal y con claro gesto de enojo, el hombre volvió a recluirse en el banquito asignado por sus empleadores.