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Boca Campeón de la Superliga

A los 27 minutos del segundo tiempo, Carlitos selló el 1 a 0 con un derechazo que contó la involuntaria colaboración del arquero Broun. Por el triunfo, y gracias al empate de su rival de siempre en Tucumán, Boca se llevó la Superliga.

En un final infartante, Boca se coronó campeón de la Superliga, al imponerse por 1 a 0 sobre Gimnasia y Esgrima La Plata, en la Bombonera.

De esta manera, el Xeneize logró arrebatarle el título a River, que empató con Atlético Tucumán como visitante. Cuando todo parecía dado para que Marcelo Gallardo consiguiera su primer torneo local como entrenador Millonario, el equipo que dirige Miguel Ángel Russo luchó hasta el final y se llevó el premio más importante.

El experimentado capitán Carlos Tevez, con un bombazo desde la puerta del área, que superó la estirada del arquero Jorge Broun, marcó el tanto del triunfo boquense, a los 27 minutos del segundo tiempo.

Con este resultado, Boca trepó al primer lugar, con 48 puntos, uno más que el elenco «millonario», que quedó finalmente como escolta.

El «Lobo» resultó un duro rival para los locales, aguantaron con la valla en cero gran parte del partido e incluso en el complemento contaron con chances de gol.

River empató en Tucumán y se le escapó el campeonato

River Plate, preso de la poca definición, empató 1 a 1 con Atlético Tucumán como visitante y se quedó sin gloria, sin título en la Superliga, porque Boca ganó su partido ante Gimnasia y Esgrima La Plata.

Javier Toledo puso en ventaja a Atlético y Matías Suárez marcó la igualdad que no le alcanzó a River en la 23ra. y última jornada de la Superliga.

La falta de precisión en el último toque dejó con las manos vacías a River, que en el estadio José Fierro, una olla a presión entre el calor, la humedad y el empuje de los tucumanos, resignó un torneo que le sigue siendo esquivo.

La Superliga se había transformado en una obsesión, especialmente para su entrenador, Marcelo Gallardo. En Tucumán jugó un primer tiempo discreto, hasta el gol de Toledo, de cabeza, en una mala salida de Armani, que desnudó las falencias defensivas del millonario.

River reaccionó y arrinconó a Atlético cuando De La Cruz y «Nacho» Fernández eludieron las marcas de Erbes y Acosta.

En el medio, el árbitro quedó en el eje de todos con un gol anulado a Borré (estaba habilitado). En la segunda parte, Loustau no cobró infracciones a Fernández y Suárez.

Con todo en contra, River recuperó su buen juego en los instantes finales del primer tiempo y lo continuó en el segundo, pero otra vez, las situaciones no concretadas fueron su pecado.

La más clara la tuvo el cordobés Suárez, en soledad, de cara al arco, con un remate que pasó por encima del travesaño (26m).

El cansancio se apoderó de los dos en el final. El calor se instaló como un factor desgastante, pero River iba como podía; tenía que ganar para ser campeón.

El ingreso de Quintero por Pinola buscó más fútbol para River. Atlético refugiado en su campo siempre apostó por la contra. Por momentos se paraba con cinco en la línea defensiva.

El reloj consumió las energías de River que en el tramo final fue por el gol que le diera el campeonato, soñaba con la gloria.

El equipo de Gallardo, con los minutos encima, iba como podía, ya no importaban las formas.

Los puntos perdidos en el Monumental se lamentaron más que nunca, mientras los hinchas de Atlético lo tomaron como algo personal, no querían a River campeón.

No hubo tiro del final para River, no hubo gloria. El campeonato sigue esquivo para el Millonario que no lo gana desde 2014.

River se fue masticando mucha bronca, Zielinski desde el banco otra vez fue su verdugo, Atlético hizo su parte, mostró honor, y Boca festejó.

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