Feria de abasto de Capital: dónde la inflación aún no llega

Tal vez la Feria de Abasto de la Capital es uno de los únicos reductos de esta bendita Argentina donde aún los productos que allí se comercializan no registraron la viveza criolla. Claro, la especulación está a la orden del día pero esas son cosas entre chacarero y puestero, esquema del que no es parte el consumidor.

Raúl, uno de los puesteros le dice a Estación Claridad que “las ventas bajaron un poco” y es lógico, ya no alcanza como antes. “Pero se vende” dice el puestero que, antes que termine el día con papel y lapicera y letra poco legible (peor que la del médico aunque entre ellos se entienden fácil) hace el encargo del día siguiente.

Y ahí también está el tacho al que se le saca rédito, pero para el consumidor porque “acérquese madre que acá está calentito”. Claro, ese tacho de 200 litros lleno de maderitas del cajón de madera balsa que en la feria y de tanto traqueteo termina su vida útil en el fuego que incentiva la compra cuando el frío pega.

El que compra es bien atendido y el redondeo siempre es a favor del que se mete la mano en el bolsillo. Y el folclore propio de esas idas y venidas que se ven por doquier dan ganas de comprar. “Cómo tiene la papa? ¿Qué sale la banana, la manzana o la mandarina y a cuanto el tomate? Es el run run que se escucha al unísono.

Y hablando de papas entre otras hierbas, una de las integrantes de las solanáceas se puede conseguir en 15 pesos el kilo o 2 kilos por 25 pesos, y vaya que papa, producto sobre el que la doña apenas tiene que pelar en la cocina aprovechando el 100% de su riqueza.

El tomate está en 35 pesos el platense y 30 pesos el perita frente a los 60 o 70 pesos precio supermercado. El zapallo y ese que dan ganas de comérselo ahí se consigue desde los 15 pesos el kilo.   

Y las frutas igual. Las naranjas a 30 pesos, la mandarina a 35 (son dulces) y la manzana (sin arena) entre 40 y 45 pesos. La banana está un poco alta aunque siempre más barata que la verde o podrida de supermercado o la de verdulería de calle donde está buena pero se encuentra a 80 pesos. Y la palta, si la palta. Aquella que talvez por nacer en el ovario de una flor es la baya de una sola semilla más cara de Argentina. ¿Pero tan cara? El kilo en la feria se vende a 300 pesos y también si se camina un poquito por 200 pesos hay también. En el supermercado apenas te dan dos por 100 pesos (en el Nápoli está en 500 pesos el kilo) como los caramelos y hasta ahí nomás porque ahora por un alka (caramelo) el kiosquero te redondea el peso de vuelto y algunos ya lo hacen a regaña dientes.

En fin…y el que va en ayunas se puede sentar a cargar proteínas. Por 100 pesos? Sip, por 100 pesos. ¿Y que hay con el depreciado billete que muestra a nuestro Manuel Belgrano? Mínimo un café con leche con dos tortitas y si caes bien con un buen saludo mañanero, te ponen una generosa feta de jamón crudo.

Imaginate que en el centro los cafeteros compran como muy caro el kilo de café más barato entre unos 500 y 600 pesos. Puesto en la tacita sale 70 pesos y eso que por bolsa que pesa unos 20 kilogramos salen mínimo más de 400 café chico. Saquen ustedes la cuenta.