¿Amor idílico o red de trata entre San Juan y México?

La causa que comenzó a instruirse en el 1° juzgado correccional a cargo de Juan Pablo Ortega pasó rápidamente a manos de la Justicia Federal. Lo que aparentaba ser una desaparición terminó siendo investigado por INTERPOL entre otros organismos inclusive gubernamentales que trascienden la frontera de nuestro país.

Con los primeros datos en su poder, el magistrado de la justicia provincial pidió el traspaso de su competencia al juzgado federal con competencia penal a cargo del Juez Leopoldo Rago Gallo. Los indicios eran y aún son sospechosos. Tan es así que el fiscal Francisco Maldonado a cargo de la instrucción de la causa, ha requerido instrucción por el delito de trata de personas. Este martes la Justicia citará a la familia de Jenifer para que declaren en carácter de testimonial.

La Justicia Federal en San Juan solicitará formalmente la intervención del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación para que a nivel consular la Policía de México “se mueva más rápido” tal como pretende el equipo del juez federal sanjuanino.        

Una relación sin blanquear entre la joven de 19 años y un mexicano de la misma edad. Según los registros, chatean a través de Facebook desde enero pasado. Una cuenta de Facebook con una foto sospechosa y una foto con el rostro cortado a la mitad supuestamente de Pedro Lezcano (novio de Jenifer), un viaje internacional sin equipaje por parte de la chica, un pacto de silencio entre la hermana de Jenifer y el mexicano y un pasaje comprado con una tarjeta de crédito que solo INTERPOL sabe quién pago para que la sanjuanina pudiese viajar.

Recién este lunes la madre de la joven pudo comunicarse con ella. Hasta el fin de semana todas las comunicaciones habían sido con el padre debido al enojo de la madre por la decisión de su hija. Es que lo último que Jenifer le dijo a su madre fue que se iba a la Facultad y en cuestión de horas se supo que estaba en México.

“Cuando le preguntan porqué se fue, llora y cuando le preguntan al novio a que se debe todo esto, pide perdón”, confía a Diario Estación Claridad una fuente calificada del caso.

Jenifer lo tenía todo planeado y la organización del viaje se mantuvo bajo siete llaves. En marzo le llegó el pasaporte y cuatro meses después iba a viajar. Para tranquilizar a su familia, la mujer envió un par de fotos donde aparece con quien dice ser su novio y de quien envío el nombre y su número de ID (DNI) de México. También envío un video donde aparentemente se festeja el cumpleaños de un niño. En ese registro logrado con un teléfono celular, se observa un niño en la cabecera de una mesa a punto de soplar varias velas de una torta. Alrededor se encuentran un grupo numeroso de menores de edad, a Jenifer se la ve sentada enfrentada a una mujer adulta de cabellera blanca, aparentemente la abuela del cumpleañero. Extrañamente no se ve ni al padre ni a la madre de quien cumplía años, un niño de unos 7 u 8 años de edad.    

El caso tiene dos posibilidades de cierre. Uno es que Jenifer convenza a las autoridades argentinas que realmente está bien y a gusto con Lezcano y su familia y que todo esto no sea una puesta en escena de su o sus presuntos tratantes. La otra posibilidad para que del tema no se hable más es esperar a la fecha (29 de agosto próximo) que exclusivamente hizo trascender este diario. El pasaje aéreo de vuelta de la sanjuanina tiene esa fecha. ¿Volverá? Quien sacó los pasajes los pagó ida y vuelta. En la familia de la joven esperan que el viaje sea de vuelta.