Las dos enfermeras suspendidas del centro de salud de pediatría privada Cymin, se reincorporaron en sus puestos de trabajo. Ambas profesionales de la salud fueron informadas por negarse a asistir al personal médico que trataba a una menor de 16 años que había solicitado abortar. Tras ello, fueron notificadas de la medida sancionatoria, una por 8 días y la otra por 2 días.
El hecho que, fue primicia de Estación Claridad, tomó estado público y las enfermeras salieron a visibilizar su oposición a las sanciones al otro día. Una de las compañeras de las sancionadas organizó una protesta frente al centro médico y el Día de la Madre habría sido víctima de discriminación por lo que podrían recurrir al INADI.
Según fuentes oficiales del Cymin, en el festejo del Día de la Madre la colega de las profesionales suspendidas se predisponía a participar de un agasajo y fue impedida de ser parte del mismo.
Ahora las enfermeras que temen ser despedidas, esperan la liquidación del sueldo del mes de octubre, lo que ocurrirá los primeros días de noviembre próximo. Ese dato es clave para la defensa legal de las trabajadoras ya que evidenciará el daño y el perjuicio económico que la suspensión les habrá causado en sus haberes.
Si ello ocurre cabe la presunción de un grave delito (siempre que se demuestre que la sanción fue ilegal). Esa figura es la de «Violencia institucional con discriminación» y comprende diversas prácticas violentas de índole física, sexual, psíquica o simbólica.
«Después de lo sucedido, el ambiente de trabajo en el centro de salud no es el más óptimo y tememos represalias» dijo a este diario una trabajadora que pidió reserva de identidad».
