Manzur complicado: su vice en Tucumán no quiere renunciar
El vicegobernador tucumano no escucha a Alberto Fernández que le pidió la renuncia. Manzur no podrá asumir como Jefe de Gabinete de la Nación.
La negativa del vicegobernador Osvaldo Jaldo de dar un paso al costado para permitir que un hombre de Juan Manzur asuma la gobernación de Tucumán puso en crisis la jura del tucumano como jefe de Gabinete de Alberto Fernández.
Este fin de semana su supieron las gestiones directas que hizo el Presidente este sábado, cuando luego de la cumbre de La Rioja llamó a Jaldo y le pidió que se sume a su gabinete para despejarle la provincia a Manzur. Luego de esa conversación, el vicegobernador de Tucumán reunió este domingo a sus dirigentes para analizar los pasos a seguir. Se esperaba un llamado de Cristina Kirchner para terminar de convencerlo, pero la vicepresidenta nunca se comunicó, confirmaron a LPO fuentes de Tucumán.
La filtración de un posible regreso de Manzur a Tucumán sobre el filo de este domingo era interpretada en algún círculos políticos de esa provincia, como una presión in extremis a Jaldo para que de un paso al costado sino quiere quedar como el responsable de una nueva crisis del gobierno de Alberto Fernández.
Jaldo tiene un durísimo enfrentamiento con Manzur y se enfrentaron en las pasadas primarias, que perdió el vicegobernador. LPO anticipó en exclusiva el viernes pasado apenas se conoció la designación de Manzur en el gabinete nacional que su sucesión en Tucumán estaba lejos de ser resuelta.
El sábado en la cumbre que encabezó Alberto con gobernadores del norte en La Rioja, la compleja situación de Tucumán ante la resistencia de Jaldo a dar un paso al costado, fue el tema central. «No quiero que haya ni vencedores ni vencidos. Quiero que Juan venga a mi gabinete y vos también», le dijo Alberto a Jaldo, en la charla que tuvo luego de la cumbre riojana.
Este domingo por la noche el gabinete provincial de Manzur todavía no había recibido una comunicación formal sobre los pasos a seguir este lunes, cuando la Legislatura provincial debería aceptar la licencia del gobernador y nombrar a un nuevo presidente del cuerpo que asumiría como gobernador, previo paso al costado de Jaldo.