Es un hombre ya mayor, enorme en estatura y que sigue caminando la vida con un andar más lento poblando cada paso con su estampa campera y gaucha. Nacido un 18 de marzo del 32 en un hermoso paraje jachallero, Don Jesús aprendió de sus padres españoles el oficio de la agricultura que hasta el día de hoy observa con añoranzas en cada vuelta al pago. «Fui educado para trabajar toda la vida, desde que tengo uso de razón recuerdo a mi padre enseñándonos el oficio de labrar la tierra», dice empañando su mirada como abrazando la distancia y los calendarios ya vividos.
El descanso llegaba a la hora de reunirse alrededor del enorme mesón junto a sus padres y sus 8 hermanos donde se compartía abundante comida de olla y fijaban la agenda de tareas para poblar los nuevos surcos. Largas charlas con su madre moldearon en Don Jesús un alma generosa y noble. Un profundo sentimiento por la tierra y un sentido de patria.
Amar las tradiciones, aferrarse a ellas para que no muera todo lo que nos ha forjado. Por eso es que en Jáchal se festejaba la tradición en los amplios patios de los vecinos, donde se reunían para compartir sus vivencias y sus canciones. Esa fue la génesis de la Fiesta que hoy conocemos, ya que la idea pasó a la Plaza San Martín donde todos participaban activamente y recitaban a Don buena como un padrenuestro propio traído desde la cuna. Don Fuentes ha sido un ícono del Fogón de los arrieros encarnando a José de San Martín durante años, y hoy lo recuerda con emocionado orgullo…como cuando nombra a Lila Morales. Una mujer de natural belleza nacida en San Roque quien fuera su esposa y con la que tuvo cuatro hijos. «Esos almuerzos de familia completa son los que extraño» dice con pocas palabras. Porque así es un gaucho verdadero. Perfil bajo, callado, simple, sin demasiados rodeos ni estridencias, respetuoso y educado. El corazón de un gaucho jachallero se revela contra lo que no cuesta trabajo y esfuerzo. Hoy pasa sus días nombrando sus diez nietos y dos bisnietas. Una de sus nietas, Jazmin es mi hija, orgullosa de su abuelo siempre y fue quien produjo esta nota a la que sólo le di forma. Don Jesús Fuentes es el último símbolo del gauchaje tradicional y de los valores del argentino de bien, donde vive el verdadero «Ser Nacional».
