En la jornada de ayer (miércoles 8) el Presidente Fernandez y el Gobernador Uñac marcaron una diferencia al encarar el contacto con la gente. El primero anunció redondamente que no pondrá fin a la cuarentena, mientras que el primer mandatario sanjuanino en un párrafo de su alocución, habló de la posibilidad que exista una flexibilización en cuanto a ciertas excepciones por ahora vedadas. Sin entrar en detalles y ambos con extrema cautela, dieron sin embargo, un mensaje inequívoco en cuanto a la gravedad de la situación:«es probable que la segunda etapa de la cuarentena sea peor»(Uñac) y que «de ahora en más el aislamiento será más estricto en Capital Federal y Gran Buenos Aires»(Fernández). De ello podemos inferir, teniendo en cuenta que ambos mantuvieron un extenso contacto el día martes a través de videoconferencia, que el dictado de las directivas a seguir desde el lunes en adelante puede ir variando según la realidad de las diferentes zonas del país. Si bien el alerta y las medidas de prevención son extremas en todo el mundo, esta circunstancia indica que la pandemia no tiene idéntica manifestación a lo largo del territorio nacional. Los estados provinciales mantienen un aislamiento casi inviolable y cada uno tiene su claro presente. Cierto es que comparar la gravedad casuística de San Juan con Capital Federal, Buenos Aires, Córdoba o el mismo Mendoza, resulta injusto y erróneo. Pues entonces, la provincia bajo el amparo de ésta realidad conseguida merced a una excelente planificación, control y patrullaje además acompañado de manera efectiva por el sistema de flagrancia, presenta un escenario particular donde sólo una persona contrajo el virus y se trató de un caso importado. Cabe consignar que los análisis ya se están haciendo desde el lunes en el moderno laboratorio del Hospital Rawson, lo que nos permite saber en menos de un día si un caso sospechoso es positivo o no. Las cifras son dadas de manera exacta cada día en conferencia de prensa. Insisto entonces en que no es lo mismo enfrentar el coronavirus en San Juan que en provincias como Buenos Aires, Salta o el mismo Chaco donde el virus gana cada vez más espacio.
No inferimos para nada un optimismo desmedido, ya que todos suponemos que el futuro puede deparar los 40 mil infectados de los que habló la Ministro Venerando y hay que preparar la cabeza y el corazón para ello. Podría suceder o no. Pero paralelamente hay que poner foco en la otra consecuencia de la cuarentena y es la inmovilidad del cuentapropista. El tipo que si no «hace la diaria», no come ni él ni su familia y es sin dudas el más golpeado por el aislamiento, porque no tener qué comer mañana es tan grave como el primer síntoma febril del coronavirus.
Así las cosas, vale citar al virtuoso epidemiólogo estadounidense Anthony Fauci quien, siendo el director de la materia en la mismísima Casa Blanca, desautorizó al Presidente Donald Trump cuando éste sugirió levantar la cuarentena el próximo 17 de abril. Presuroso y firme, Fauci contradijo a Trump diciendo: “Usted no hace el cronograma, el Coronavirus hace el cronograma”.
Por eso, si el coronavirus hace el cronograma, es porque hay diferencias en cuanto al manejo social y difusión del virus según zonas. Y repito…San Juan tiene su propia realidad. Veremos si desde el lunes y con cuidados extremos podemos aquí empezar a maridar la pandemia con la economía en buenos términos.
