Cuando todas son malas y los ánimos andan decaídos suelen aparecer éstos destellos de buenos latidos. Esa gente que nace para dar y no desoír jamás el llamado de su vocación.
El Doctor Edgardo Derman se jubiló hace un par de años y sigue trabajando al ritmo de cualquiera de sus colegas.
Siempre de buen talante y mirada de pícaro bueno, el Dr Derman pidió ser contratado ad honorem, sin retribución económica alguna para poner el hombro en ésta circunstancia donde todo recurso resulta poco.
Un valiente en la guardia del Rawson luchando por el apego a la vida que tienen los humildes de corazón. Su familia orgullosa y la comunidad agradecida. Aplausos a usted y lo que inspira Dr Derman