Nota de opinión

Problemáticos por naturaleza

Cuando intolerancia rima con ignorancia.

Vino Alejandro Lerner al Auditorio Juan Victoria. Una vez de tantas otras que el artista se ha acercado hasta éstos valles huarpes. Como todo el que llega al complejo cultural, se queda impresionado con el órgano que contiene la sala. Como no puede ser de otra manera, en San Juan somos ideales para arremeter sin escalas contra quien sea y desde el lugar que sea. Un post en el Facebook de Lilian Castelli (esposa de Rodriguez Castillo organista de la UNSJ) tuvo eco en ciertos diarios digitales de la provincia, dando entidad a una visión atendible si se quiere, pero parcializada y plena de intereses por el mismo vínculo.

Varias cosas a decir al respecto.

Lo primero es que quien debió realizar reclamo (si cupiese), es Rodriguez Castillo y no su esposa. Segundo,  muy importante y definitorio: el órgano es del Auditorio y por ende de la provincia. No es propiedad ni responsabilidad del organista (empleado de la UNSJ), por lo tanto si la autoridad del Juan Victoria concede el permiso, existe un administrador y es el Director García Gómez. Sabemos de su extremado celo a la hora de permitir el acceso al preciado instrumento. Y en tercer lugar, el Sr Lerner es concertista de piano y para nada desconoce el uso de un coloso de esas características. Lito Vitale también ejecutó algunas de sus creaciones allí.

El hecho resumido, cuenta que Alejandro al ver el organo en pleno ensayo, hizo un comentario elogiándolo y con extrema sencillez y humildad, pidió permiso para tocar. El Director de la casa (y anfitrión de innumerable cantidad de artistas destacados de todo el mundo), abrió la tapa y Lerner tocó magistralmente durante 10 minutos. Eso fue todo, un halago para el instrumento, para el artista y los pocos privilegiados allí presentes en ese único momento. Luego en pleno espectáculo, Lerner agradeció el gesto de haberle permitido sentir el placer de tocar el órgano del Auditorio, ponderó la sala, el Teatro y la relevancia que se la da a la cultura en la provincia. La gente aplaudió agradecida por varios minutos.

El órgano volvió a estar en condiciones bajo la gestión de García Gómez, ya que en 2017 y 2018 se le realizó una puesta a punto general, en enero de éste año se restauró el mueble y el taburete y se mandó a construir una manguera de acero inoxidable, que es la que lleva todos los conductores hasta la consola de comandos.

Cierro con esto. No creo que exista mala fe en el reclamo de la esposa del organista. Pero resulta inapropiado cuando algunos improvisados necesitan armar polémicas baratas desde un portal digital,  para atraer la atención de su decadente número de lectores.  Y finalmente, deseo fervientemente que el interés por su «salud», sea honrada también por el buen uso en lo cotidiano, con más conciertos de órgano al año (no uno o dos) y que desde allí se logre atraer la atención de aunque sea un estudiante que asista a aprender cómo ejecutarlo. Hoy por hoy, el organista no tiene a nadie en su cátedra.

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