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Evo Morales denunció un golpe de Estado en Bolivia y se declaró ganador de las elecciones

El mandatario pidió que el pueblo se organice "para defender la democracia". La oposición lo acusa de fraude y convocó una huelga general.

«Quiero agradecer por este nuevo triunfo», declaró el presidente boliviano Evo Morales al afirmar que «ganó democráticamente» su cuarta elección consecutiva «con más de medio millón de votos» al segundo opositor, Carlos Mesa, dándose así por vencedor en primera vuelta de las presidenciales. El mandatario denunció además que hay un intento de «golpe de Estado» mientras que la oposición lo acusa de «fraude» y convocó a una huelga general para este miércoles.

«Tenemos mayoría absoluta en diputados y senadores», recalcó Morales, que gobierna Bolivia desde 2006.

«Hemos garantizado el progreso económico, hemos garantizado la paz social, hemos garantizado la unidad del pueblo», afirmó el mandatario, mientras graves protestas sacuden el país desde que el tribunal electoral suspendió durante algunas horas el conteo de votos para luego dar un «cambio drástico» en las tendencias, según afirmó la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA).

«Está en proceso un golpe de Estado»

«Nuestro proceso es imparable», continuó al celebrar el «gran triunfo» del domingo 20 de octubre. En este momento y según resultados aún provisionales, la ventaja entre los dos candidatos es inferior al 10%, lo cual implicaría una segunda vuelta.

Según Morales, «está en proceso un golpe de Estado» por parte de «la derecha con apoyo internacional» por el que declaró el «estado de emergencia».

«No permiten el conteo de las elecciones, queman instituciones del estado«, explicó, en alusión a los ataques registrados contra sedes del tribunal electoral que tuvieron lugar en varias ciudades, como Sucre o Potosí, luego de que se suspendiera el escrutinio provisorio durante varias horas.

«Hasta ahora hemos aguantado y soportado con paciencia para evitar violencia», sostuvo y llamó a la población a «organizarse y prepararse» para «defender la democracia» que «ha costado sangre para recuperar».

Evo afirmó que los cuestionamientos a los resultados electorales tienen un trasfondo «racista», y denunció que el paro general convocado en diferentes regiones del país «es político y un golpe de Estado».

La oposición denunció un «gigantesco fraude»

Este martes, el principal candidato opositor, Carlos Mesa, afirmó que » se está perpetrando un gigantesco fraude» y acusó a Morales de «robar la soberanía popular».

El mandatario socialista acumula un 46,4% de los votos frente al 37,07% de su Mesa, cuando faltaba por escrutarse alrededor del 3% de los sufragios válidos nacionales, según cifras oficiales.

Para ganar en primera vuelta, Evo necesita un mínimo de 40% de los votos válidos y una ventaja de 10 puntos porcentuales con respecto a Mesa.

Un colectivo de organizaciones civiles de los nueve departamentos de Bolivia llamó a un paro indefinido. La plataforma civil Conade, que aglutina comités cívicos de todo el país, anunció también «resistencia civil» ante la posible victoria de Morales y su adhesión al paro general.

En la madrugada del miércoles, seguidores de Mesa se enfrentaron con policías a las puertas del Tribunal Supremo Electoral (TSE), organismo al que reprochan estar supeditado a Morales.

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) se reunirá hoy en una sesión extraordinaria para abordar la crisis electoral en el país andino.

 

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