El Interamerican Institute for Democracy, es una entidad que desde hace 12 años está abocada al estudio, la defensa y la promoción de los valores y principios de la libertad, la democracia, los derechos humanos y la institucionalidad. En un análisis entregado hace unos días, dicho instituto realizó un minucioso detalle de la historia política reciente en América Latina. Se destaca la crisis de la democracia en el siglo XXI, y el avance de las denominadas dictaduras socialistas o «Castrochavismo». Hasta el año 1999, la unica dictadura existente era la cubana liderada por Fidel Castro, que pasaba su peor momento por la caída del Muro y la desaparición de la URSS que justamente era el artífice del sostenimiento financiero de Castro. En ese mismo año (1999) llega a la presidencia de Venezuela Hugo Chavez, quien traba inmediatamente alianza con el líder cubano, generando con ello el resurgimiento del agonizante castrismo de la mano del Proyecto Alba, o Proyecto Bolivariano. Apenas comenzado el siglo XXI, comienzan a verse los primeros efectos nocivos para el sistema democrático americano, ya que no dudan en atribuir al Proyecto Bolivariano una sucesión de derrocamientos de gobiernos democráticos, comenzando con el de Fernando De La Rua en nuestro país. Inmediatamente se produce la caída del presidente ecuatorianl Jamil Mahuad, luego el de Bolivia Gonzalo Sanchez de Lozada. Nuevamente en Ecuador derrocan a otro Presidente: Lucio Gutierrez en la llamada Rebelión de los forajidos. Llamativa la inestabilidad institucional de aquéllos tiempos, ya que en la década de los 90 se había producidom un evidente fortalecimiento del sistema democrático en la zona. Además sucede un hecho muy grave, se derroca al Pte d ela OEA, el ex presidente de Costa Ricaz Miguel Angel Rodríguez, quien es acusado de corrupción en su país y el puesto queda vacante. Es entonces que llega José Miguel Insulza para quedarse una década teñida e impulsora del castrochavismo.
Así las cosas, el movimiento bolivariano fue fortaleciéndose en muy poco tiempo manejando la OEA, el petrocaribe, centroamerica (excepto Mexico en la primera época) y Venezuela. Ponen a Colombia en crisis, controlan Ecuador con Correa, hacen lo mismo con Perú con el liderazgo de Ollanta Humala, Bolivia con Evo Morales, al Brasil con el Partido de los Trabajadores. También controlan con ciertos aires democráticos a Chile con Bachelet y a la Argentina con los Kirchner. En éste panorama el punto de infexión en toda América lo marca la llegada de Macri al gobierno luego de las últimas elecciones en 2015. Tan es así que en el XXV Foro de Sao Paulo, lo marca como objetivo a recuperar, derrocando el gobierno de Cambiemos y reestableciendo el espacio perdido en nuestro país. Volver a instaurar la izquierda castrochavista con todas las características efectivas en los actuales regímenes como Cuba, Nicaragua, Bolivia y Venezuela, donde no existe la libertad de prensa ni el estado de derecho, sin independencia de poderes ni respeto por los derechos humanos. Por ello desde el Instituto Interamericano de Democracia que preside el puertorriqueño Maurice Ferre, hacen foco en la importancia de la próxima contienda en nuestro país. Lo primero que destacan es que en Argentina las elecciones se hacen en un escenario de libertad y democracia marcando amplias diferencias con el resto de américa latina. Simultaneamente habrá elecciones en Bolivia donde está todo articulado para que el dictador Morales gane, abonando la tesis que muestra a Bolivia como un país donde reina la dictadura electoralista y el castrochavismo. La opción es entonces volver a la fórmula propuesta como objetivo en en Foro de Sao Paulo con los resultados esperados, o apostar nuevamente al difícil modelo propuesto por Macri, pero que está señalado como auspicioso por los países democráticos del resto del mundo. Las reflexiones del Interamérican Institute of Democraci concluyen con una exhortación a diferenciar un político de un estadista. El primero, piensa en la próxima elección, en tanto que el estadista piensa en la próxina generación. Si en éstas elecciones gana el político, las futuras generaciones difícilmente tengan otra oportunidad de vivir nuevamente en democracia.
